10

48 4 1
                                    

Amairani

-¿Qué salió? -murmuró mordiéndose las uñas yendo de un lado a otro de la sala con nervios.

-No sé, tenemos que esperar. -respondí fastidiada cruzándome de brazos en la silla.

7 meses pasaron desde que me embarace. Todavía no supero esa pérdida y ahora me encuentro en la sala de mi casa esperando a que la prueba salga negativa.

-¿Cuánto falta?

-No lo sé, son 5 minutos. No seas impaciente, va a salir negativa.

-¿Y si no? No te hagas ideas, Ama, hace dos meses están con todos los síntomas.

-Mejor cállate, no seas boca salada, quiero ver que sale...- balbuceé lo último masajeándome las sien. Que buena suerte tendría si sale positivo, ¿verdad?

Ya ha pasado un año desde que vine a Paris, y con el pasar del tiempo le agarre cariño a Filis, con eso me refiero a que lo veo como mi amigo, pero como amigos salimos, tomamos y llegamos a esta situación.

-Dios, Ama, ya lo voy a voltear.

-Déjalo, si sale algo mal es tu culpa. -rodó los ojos e hizo caso omiso a mi orden, agarró la prueba y lentamente la volteó. -¿Qué salió...? -pregunté nerviosa.

Tardo unos segundos en decirme y luego tartamudeo.

-Ama..., salió positivo.

Hice mi cabeza hacia atrás y me pasé las manos por mi cara balbuceando un «Mierda»

-¿Qué vamos a hacer, Ama? ¡No quiero hijos, ya no!

-¿¡Y tú crees que yo si!? -respondí levantándome de la silla golpeándola mesa. -No lo quiero, Óscar, no quiero tenerlo.

-Te dije que te cuidaras.

-O sea, ¿yo tengo la culpa? Los dos tuvimos sexo, no solo yo. Era cosa de cuidarnos los dos. -amanece por su comentario incoherente y al verlo tan "tranquilo" recostado en la pared con brazos cruzados -No puedo con esto ahora. -lloriqueé agarrando mi bolsa para salir.

-¿Y adonde vas a ir?

-A donde sea lejos de ti.

-¡Por donde salgas de esa puerta Amairani Garza!

-¿¡Qué me vas a hacer!?

Los dos estábamos frente a frente, como dos gallos de pelea.

Ninguno baja la mira del otro, el ambiente se torno tan tenso que si pasan un cuchillo se rompería. Qué idiota era, y no tenía tiempo para esto.

-No me importa lo que digas, yo me voy. -murmure enojada. Agarre mi bolso y me fui dando un portazo.

—————————-

Esperaba encontrarme a Ari en su casa, necesitabas mi hermana en estos momentos. Toqué la puerta tres veces, y para mí buena suerte me abrió su novia.

-¿Ama? ¿Qué haces por aquí? -pregunto con una sonrisa, pero se le borró al ver mis ojos hinchados y mi maquillaje corrido. - ¿Qué te pasó? -tartamudo acunando mis mejillas en sus manos buscando mis ojos.

-¿Está Ari? -pregunte con la voz entre cortada quitando sus manos.

-Pasa.

-¿Dónde está mi hermana? -pregunte ya una vez dentro de esta.

-No está. Estoy solo yo. -Dijo con una voz que trato de tranquilizarme, sin embargo, al momento de hablar su voz salió más ronca de lo normal.

Cerró la puerta y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo cuando vi que se acercaba.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 25 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Siempre seremos tú y yo (parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora