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Samantha

-¡Por Dios Abril! ¡Déjame un puto momento tranquila! -grite mientras caminaba por la sala intentando estar tranquila.

-¡No hasta que me digas que estabas haciendo! -sus ojos se abrieron de par en par y se oscurecieron de la nada. -¿¡Estás con otra verdad!?

-¿¡Qué!? -me detuve en seco y me volteé para verla. -¡Claro qué no, no seas tan estupida Abril!

-¿¡Y qué hacías!?

-¡Abril, ahora no! ¡De verdad, basta!

-¿¡Por qué no!?

-¡Por qué estoy cansada!

-¡Entonces ya no se qué hacemos juntas!¡solo peleamos!

Silencio. Abril se quedó mirándome sin remordimiento alguno.
No puedo con esto. Ahora no.

-Me largo, no puedo con esto.

-¿¡En serio te vas a ir!? -dijo indignada.

-¿¡Y entonces que quieres que haga!? -pregunte ya exaltada por la pelea. Era la sexta pelea de la semana, y esto me estaba agobiando mucho. No podía hacer algo sin hacer enojar a Abril, pero no sabía dejarla, y tampoco podía dejarla, ni quería dejarla. Era muy contradictorio respecto a lo que sentía. Solo quería estar un poco alejada de ella, así que me iría una noche con mi madre.

-¡Qué lo solucionemos! -Paciencia. Control. Necesitaba esas cosas para poder solucionar esta situación. Me ""relajo"" y echo el aire que tenía acumulado e intento hacer esto de la mejor manera.

-Mira, Abril. Ahora no quiero hablar y tampoco quiero estar aquí. Me voy a ir con mi mamá y mañana en la mañana lo arreglamos, ¿te parece? -le pregunte con la voz más suave que logre encontrar entro de mi.

-Pero... -«Paciencia» me repito mentalmente, joder esta chica me va a sacar canas verdes...

-Por favor, Ari.

-Sí... está bien. -bufo en forma de derrota y amargura. Pero la verdad me importaba poco, quería huir de esa casa. Agarre rápidamente mis llaves y me fui donde mi madre.

—-

-¿Samantha?, ¿qué haces aquí?

-Me pelee con Abril. -chille como niña chiquita. -No puedo más con esto mamá. Abril me tiene cansada... -murmure lo último entrando en la casa y sentándome en el sofá echando la cabeza hacia atrás. -No sabes como es estar con ella.

-Pero si estaban bien, ¿Qué fue lo qué pasó?

-Pues, tú sabes de mi relación con Ama.

-¿Pero que tiene que ver con Abril?

-Pues que nos hemos estado comunicación por medio del celular de una de sus amigas, y también me ha mandando cartas. Y Abril a comenzado a sospechar, y todo el día está encima mío viendo todo lo que hago y que no. Y la casa es un puto infierno.

-Ay Sam...

-Ya no se que hacer con ella. -puse mis codos en mis rodillas y me masajee la sien estresada. Mi amor por Ari estaba disminuyendo. Y la irá creciendo cada vez más, pero no podía y quiera dejarla.
No podía por el contrato que hicieron sus padres con mi madre, y el segundo por que me quitaría todo el acceso a Ama, y no tendría un excusa para hablar con ella.
Me siento enredada. Como los audífonos de cable cuando los podes como sea. Así mismo me siento ahora. Quisiera ir a mi lugar seguro, pero se fue, de fue por mi puta culpa. Si tan solo hubiera mantenido la boca cerrada ella seguiría conmigo, y no estaría lejos de mi. Soy una idiota por dejarla ir, por haber hecho lo que hice pensando que era lo correcto, pero, ¿y si lo era?, ¿y si por primera vez estoy que hago algo bien? Aunque eso implique perder al amor de mi vida...

-Sam...

Solo en el momento que mi madre pronunció mi voz me di cuenta que estaba llorando y tenía los nudillos blancos por apretar tanto el puño. «Mierda» pensé.

-Mamá... -la mire a los ojos. Su mirada trasmitía preocupación y culpa. Pero ella no tiene la culpa de nada, ese contrato fue mi elección, no la de ella. -Ya no puedo... -mi voz sonó entre cortada.
Me tiré a las piernas de mi madre para llorar. No podía con todo lo que estaba pasando. Solo tenía 15 años y estaba comprometida con una mujer que no amo, y la chica que si amo está embarazada de otro hombre. ¿Por qué? Porqué ella sentía celos de su hermana, y con todo su derecho, por que ella sabía que no la amaba y sin embargo la tenía que besar y tocar, y no voy a negar y lo disfrutaba, pero ella no, y la dejé ir por mi estúpida culpa y por la calentura del momento.
Solo podía pensar en una cosa en ese momento.

«Todo es mi culpa»

Abril

¿Estuvo bien lo que dije? Me repetía una y otra vez. No podía dejar de pensar en la frase que le dije a Samantha.
«Entonces no sé qué hacemos juntas»
Esa frase me estaba matando. Yo amo demasiado a Samantha, la amo mas que a yo misma, no puedo vivir sin ella, ella es mi todo, y creo que jodi más nuestra relación, mucho más de lo que ya estaba.
Tenemos que hablar. Pero no puedo. Simplemente siento algo, pero no sé si estoy en lo correcto o no. Solo quiero estar bien con ella. Con el amor de mi vida, con la chica que más amo. A la que muy pronto será mi esposa...

——

Estoy hace más de media hora en la sección de vinos, quiero escoger el vino perfecto para ella. Para cenar a la luz de las velas y hablar como una pareja civilizada. No como nos locas salidas de un manicomio que solo se gritan y no pueden hablar por más de cinco minutos.
Tengo planeado hacer un corte de carne y creo que me voy por él vino tinto Cabernet Sauvignon. Sí, es la mejor opción. Espero. Dios, estoy tan nerviosa, solo quiero consentir a mi niña, y no pelear como lo hemos estado haciendo.

Después de comprar todo me dirigí a comparar un lincearía negra. Ya que estoy dispuesta a arreglar esta situación de cualquier manera. Y total, ella es mi novia.

Al llegar a casa me puse a preparar todo lo que tenía planeado; decoré la cama con pétalos de rosas y velas aromáticas. La entrada con velas a pilas que daba al comedor. Y este estaba decorado con un hermoso candelabro la palta que tenía guardado, todo se veía mucho más romántico y sexy. Realmente hermoso.
El tiempo se pasó volando y no me di cuenta que ya eran las seis de la tarde, y en unos minutos Sam ya debería estar aquí, y eso me alegraba, ya que literalmente solo era cuestión de servir los platos con la comida y todo estaría listo.

Escuche el sonido de las llaves de Samantha. Una sonrisa creció en me rostro. Comencé a servir los platos y los puse en la mesa junto al vino sin destapar.

-¿Ari?, ¿Qué esto? -preguntó sorprendida. Una sonrisa en sus labios creció, al igual que en los míos. -¿Qué es esto Abril? -murmuro más calmada y juguetona.

-Tú sorpresa.

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Holaaaa. Lo siento por irme de la nada, es que a veces no me da la imaginación. Pero les prometo que voy a tratar de mejorar. Espero les guste este cap.

Siempre seremos tú y yo (parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora