Capítulo 4

387 34 3
                                    


Por el transcurso de la tarde Chu Wanning estuvo con las maestras, pero al llegar una visita pausaron todo, solo gente autorizada podía acercarse a Chu-fei, al no estar Mo Ran la emperatriz podía dar orden.

Tocaron la puerta de la habitación de Chu Wanning, desde ese momento supo que el mal presentimiento de esa misma mañana nunca fallaba.

Una de las sirvientas abrió la puerta con el permiso de Chu Wanning, se sorprendió al ver a Hánlín Shèngshǒu, no ha convivido con el realmente, solo ha escuchado a Mo Ran hablar vagamente de el cuando esta de buen humor.

— ¿Hánlín Shèngshǒu?

—El mismo, ¿Cómo sabe quién soy, Chu-fei? — Hua Binan hizo una reverencial acercándose un poco a la cama donde estaba Chu Wanning.

—Taxian-Jun me ha comentado últimamente de usted —Chu Wanning estaba alerta, no estaba Mo Ran, sabía que no le caía bien a Song Qiutong, no tiene manera de protegerse si algo llega a ocurrir.

—Vaya, es un honor que Taxian-jun hable de mí. — Hua Binan llevaba un velo cubriendo su rostro, pero se lograba distinguir una pequeña sonrisa burlona que puso escalofríos en Chu Wanning.

—Taxian-Jun por el momento no se encuentra, puede venir otro día Hánlín Shèngshǒu. —Chu Wanning estaba buscando la forma de que se fuera, las sirvientas estaban ahí, no estaba solo, pero con su vientre abultado su movilidad y agilidad se reducían un poco, no podría ayudar a nadie.

—Hay que dejar las formalidades, por un lado, dígame, Hua Binan, ese es mi nombre, anciano Yuheng —Chu Wanning lo miro ferozmente — ¿Quién hubiera pensado que terminaría de esta manera tan humillante? —Hua Binan empezó a inspeccionar el cuarto bajo la mirada de Chu Wanning y los sirvientes. — Si no fuera por el estúpido amor que le tiene a Taxian-Jun usted hubiera sido más feliz, con una persona mejor no con alguien del intelecto de un perro.

—¿A qué ha venido? Si no tiene ningún asunto es libre de retirarse, un sirviente le ayudara a encontrar la salida —Chu Wanning se estaba poniendo de mal humor, no podía tener emociones fuertes debido al bebé, estaba tratando de calmarse.

—Por favor anciano Yuheng, no se enfade, solo estoy diciendo la verdad, deberían de dejarnos solos para poder dialogar mejor ¿no cree?

—No, Hua Binan por favor, retírese.

—Y pensar que yo venía a traer información relevante de su embarazo. —Hua Binan vio fijamente a Chu Wanning, este le devolvió una mirada feroz.

—¿Qué puedes tener tu que no lo haya encontrado ya? —Chu Wanning se le estaba acabando la paciencia.

—El antídoto de revertir una maldición, como, la flor del odio eterno. — Hua Binan soltó una risa al ver la cara de enojo y asombro de Chu Wanning — pero para esto tenemos que hablar a solas.

—No, ellos no dirán nada.

—Claro que no, pero —Hua Binan levanto su mano y chasqueo los dedos, todas las sirvientas empezaron a salir del cuarto, Chu Wanning estaba impactado y ansioso. — de esta manera será más sencillo.

—¿Qué les hiciste? —Chu Wanning trato de levantarse e hizo una mueca de dolor, no tenía energía para eso cayó torpemente de nuevo a la cama.

—Digamos que la emperatriz quiso ayudar a este humilde. — Hua Binan se acerco poco a poco a la cama de Chu Wanning, este se levantó mostrando dolor pero creando distancia.

Hua Binan pudo apreciar el vientre abultado de Chu Wanning, hizo una cara de desagrado escaneando a Chu Wanning de arriba abajo.

—Anciano Yuheng, ¿ya tiene un nombre? — Hua Binan se acercó a paso rápido hacia Chu Wanning.

¿Qué pasaría si...? 2haDonde viven las historias. Descúbrelo ahora