My Favourite Spy - Yeongyu

09

Taehyun

Ya era el viernes por la mañana. Habían pasado un par de días desde la desaparición de mis amigos. Estaba en mi habitación, encerrado. No me atrevía a salir de ninguna forma. Había llamado miles de veces a Namjoon esperando alguna respuesta luego de haberle pedido que mandara a su equipo completo para poder ayudarme. Aún así, lo único que dijo fue un "lo voy a pensar". No sabía si lo iba a hacer o si ya lo habia hecho, ya que mi celular estaba apagado desde aquel entonces y no había logrado salir de mi cama. Estaba mal. Muy mal. Mis ojos pesaban y podía sentir mis ojeras. Era horrible. Sabía que estaba pésimo, pero no podía evitarlo. No podía hacer nada. Si prendía el celular era solo para mandarle un mensaje a mi mamá diciendo "estoy bien" y nada más.

Lloraba cada que podía, cada que tenía la energía de hacerlo. Las palabras de Yeonjun no dejaban de aparecer en mi cabeza. Dios.. Lo extrañaba.

Me sentía frustrado. La posibilidad de quedarme en la calle ahora era enorme. Mucho más grande que antes. Aún recordaba todas esas discusiones que había tenido con mi mejor amigo y todo gracias a eso. No me lo lamentaría nunca.

Decidí agarrar mi teléfono y prenderlo. Enseguida recibí una llamada. No miré quien era.

—¿Yeonjun..? —pregunté cansado.

—No. Namjoon. —escuché su voz.

No dije nada.

—Ya mandé al resto del equipo. —admitió. —¿Estás bien?

...

No.

—Sí, lo estoy.. —dije intentando fingir una risa.

—¿Estás bromeando? Suenas como un zombie.

—Lo siento. No pude dormir estos días.

—Mh, sé que no. Debe ser difícil. De verdad lo siento.

Cerré mis ojos con fuerza al escuchar eso. Quería llorar, pero no debía.

—Está bien. Gracias. Gracias por lo de tu equipo.. Nos vemos. —intenté evadir esta llamada.

—Taehyun. Todo estará bien. —escuché y corté.

Tapé mis ojos y lloré.

Lloré y lloré, invadiendo mis penas y el horrible sentimiento en mi almohada.

De repente, sentí algo. No sabía qué era, pero lo sentí.

Me levanté bruscamente, lavé mi cara y me cambié.

Si lloraba no arreglaría nada.

Corrí hasta aquella casa. Enseguida ví al equipo de Nam y a él supervisando la zona.

—¡Namjoon! —grité.

El se giró, mirándome a los ojos.

—¿Eh?

—Hagamos esto rápido. —dije mientras me acercaba a el y luego entraba a la casa.

El iba detrás de mi, algo que estaba ignorando. Entré sin preocupaciones y con mucha determinación, esquivando a todos y yendo directamente hacia la habitación de la señora.

Busqué en sus cajones bruscamente hasta que encontré una foto de ella. Me giré hacia Joon, puse la imagen en su pecho y hablé firmemente.

—Busquenla.

—¿Qué? ¿Por qué tan violento de repente? —preguntó confundido.

—¡Ella se los llevó! —no tenía idea de por qué era así mi actitud.