2. Un guardabosques de hielo

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•[Capítulo 2]•

«El renacer de un destino redimido»

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La última caja para empacar se cerró.

Era sorpréndete que a su corta edad, esté siendo reclutada al equipo del Reserva Natural Akan. ¡Una inesperada llamada!

Fue tan sorprendente y casi no creíble, ¡sus estudios por fin estaban obteniendo resultados!

Al ser una alumna destacada en su universidad, pudo obtener un muy buen mérito que fue escuchado por sus profesores e incluso profesionales de zoología. Las investigaciones de (Tn) durante el trayecto de su carrera habían hecho de ella, una estudiante excepcional.

Empacaba cuidadosamente sus pertenencias, lista para adentrarse en la tan mencionada reserva natural que marcaría el comienzo de su nueva aventura.

Observó a su alrededor y la nostalgia la invadió, si que extrañaría su habitación y el calor de su hogar, pero, sabía muy bien que era necesario dejar algo atrás si quería avanzar. La oportunidad que le ofrecían era única y no la iba a desperdiciar.

—Cariño, ¿ya terminaste de empacar?— preguntó una mujer adulta, entrando a la habitación de su sobrina.

—Aún no tía, pero ya casi, solo me falta empacar algunas prendas— dijo la muchacha, acercándose a su tía para recibir el jugo de naranja que ella le estaba ofreciendo.

—Con lo pequeña que es tu ropa, solo vas a necesitar una maleta— exclamó un joven, de cabello similar al de (Tn), entrando a la habitación con una sonrisa burlona.

—Ja, ja, que gracioso.

—Rayden no molestes a tu hermana, hoy es su última noche en casa, hay que pasarla bien— dijo la mujer, golpeando ligeramente la espalda del joven quien solo rió en respuesta.

—Gracias Tía Ali, pero antes de terminar con esto, ¿podemos almorzar?, tengo mucha hambre— preguntó la joven, dejando una caja encima de la cama.

—Claro, iré a servir los platos, Rayden pon la mesa— ordenó la mujer, saliendo de la habitación.

—Ay, ¿y por qué yo?— refunfuñó el joven, apoyándose en el marco de la puerta.

—Porque yo lo digo, Rayden ve a ordenar la mesa y (Tn) se encargará de traer la bebida— ordenó Alice, ambos jóvenes asintieron.

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—Cuídate mucho Tía Alice— dijo la joven, abrazando su tía a más no poder, si que la iba a extrañar.

—Yo estaré bien, tú cuídate mucho pequeña, te deseo lo mejor en tu nuevo trabajo— respondió la mujer, derramando algunas lágrimas al dejar ir a su pequeña niña para poder cumplir sus sueños.

Ley de la vida.

(Tn) subió al auto junto a Rayden y lanzó un beso volador a su tía por la ventana antes de que este arrancara y perdiera la vista de su casa en la curva de la avenida.

No vería esta calle por un buen tiempo, todo por su mejoría. Era una razón de alegrarse y llorar a la vez.

—Ya enana, tranquila, o llegarás llena de mocos al aeropuerto— dijo Rayden, arruinando el momento triste de (Tn). Ella solo soltó un gruñido, siempre dispuesto a salir con sus comentarios.

Completo(Dragon Ball Z)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora