Cuando el avión aterrizo en la pista, lo primero que hice fue encender mi teléfono después de nueve horas en el aire.
Caminé por la pista mojada, por supuesto había llovido... Esto era Inglaterra.
Espere pacientemente mi maleta unos cuarenta minutos mientras mi celular bribraba por todas las notificaciones que recibía.
Recibí mi maleta y me giré para caminar a la sala de espera y pasar por el protocolo, esto no era como llegar a los Estados Unidos que eran horas en un aeropuerto, aquí solo miraban tu identificación, tu tiquete y te requisaban una vez mas, nada del otro mundo.
Saqué mi celular recibiendo trece
mensajes de ThomasFeliz viaje, espero que duermas.
¿Vas a visitar a mi familia?
Llámame en cuanto llegues.
Suspire y solo le mande un corto texto.
Ya llegue, hablamos luego.
Me quede mirando el aparato hasta que escuché que alguien gritaba mi nombre.
Me giré y lo primero que vi fue a una Sam saltando y a una Sarah mucho mas alta que de costumbre saludandome con su mano.
Yo también salté y corrí con mi maleta hacía ellas y cuando llegue me pegué a ambas en un abrazo.
-¡Amiga!- gritó Sam.
-Las extrañe- confesé
Y era cierto, en la vida solo había tenido dos amigas y eran ellas dos, que a pesar de haberme largado, además de apoyarme y traerme ellas mismas al aeropuerto, nunca perdieron el contacto y el interés en nuestra amistad.
-¡Nosotras también!- Sarah arrastró las palabras con su lengua y me abrazo más fuerte.
-¡Y mira tu cabeeeelloooo!..- gritó Sarah
-Si, lo se ¿que tal?- pregunté
-Estas hermosa- dijo Sam
-Me encanta- Habló Sarah- Te verás hermosa con el vestido
-No puedo creer que estés aquí, además no ha pasado mucho desde que te vimos, sin mencionar que hablamos siempre, pero de todos modos nos dijiste que no volverías.- Sam hizo una mueca
-Siempre encuentro mi camino de vuelta a casa.- confieso
-Si... Es obvio. ¡En fin! ¡Tenemos hoy y mañana para conseguir nuestros vestidos además de que tienes que descargar, ver a la familia de tu novio e ir a ver a tu padre, el resto se nos va en el viaje de ida a Los Ángeles!- Habló Sam muy emocionada.
-¡Hay no me la creo que te casas! ¡Y menos que me voy a LA!
-¡Les va a encantar! Aunque el calor ¡es terrible!- comencé a contarles mientras caminabamos directo al parquedero- Por cierto, no me dijiste que Sebastian ahora vivía allí- frunci mi ceño pidiendo explicaciones a Sam.
-¡Lo siento! ¡Solo no quería que retrocedieras en el tiempo con todo lo de Louis!- dijo finalmente cuando entramos al ascensor.
-Pues mal... Porque tampoco me dijiste que tu otro queridisimo hermano iba para allí- Torcí mi boca fingiendo preocupación.
-¿¡Te lo encontraste!?- Gritó Sarah y agradecí que estuviéramos solas en el ascensor.
-Mas que eso- Respondí saliendo siendo seguida por ellas que con sus miradas prácticamente me desvestían para interrogante