-Deberías cortarte el cabello- Reprochó la mujer que me dio la vida de mala gana mientras acomodaba algunas prendas en su armario. -conseguirás un buen trabajo.
La miro un momento. Parece bastante segura. Me hubiera gustado mas sugerencias sin odio a lo largo de mi vida.
-Como sea. ¿Iras a Israel?
Ella me mira con desden y sus ojos avellana parecen un poco dolidos, batea sus pestañas y su mirada se convierte en una totalmente fuera de contexto para mi... Parece estresada y abrumada.
-No. No quiero- volvió a la prenda, pestañeando repetidas veces.
-¿Y la herencia?
Estoy completamente segura que ella hablara de quedarserla. Pero estoy mas segura que todas las pertenencias de mi padre están a mi nombre.
-Acordamos que no te la darían hasta que te casaras. Además la tenemos que dividir.- dice con una voz demasiado seca, casi puedo oír el odio
La miro un momento, su ambición es asquerosamente sucia.
-Supongo, mama. Pero ya pasaron años, los suficientes y estoy por casarme.
Ella me mira con complicidad y por un momento se que me parezco a ella. Casándome por todo menos por amor. ¿Pero que hacer cuando la vida te lo quita todo como si no me doliera?.
Desvio la mirada y suspiro.
-Ya me voy- Anuncio.
-Cuida a tu marido, Victoria- me dice sin mirarme
Me cruzo de brazos y la miro de reojo.
Decido por no decirle que se calle la boca y me doy media vuelta mientras le corrijo.
-Prometido.
***
El mediodía en Los Ángeles esta iluminado por un tierno sol que se asoma con furia y baña las altas palmeras que cubren el centro.
Llevo el periódico en mi mano mientras camino a la escuela Universal de LA. Estoy por hacer una entrevista para ser la psicóloga escolar debido a que la ultima se retiro o algo así leí.
Tiro mi cabello platino oscurecido hacia un lado y cruzo la calle para después pararme en la entrada.
El vigilante verifica mi nombre antes de dejarme pasar y yo entró por un gran patio de recreo que lleva recuerdos tristes a mi memoria.
Una mujer cincuentona cruza el patio haciendo sonar sus plataformas y me regala una pequeña sonrisa, mira su reloj y luego se para en frente mio y me tiene de la mano.
La estrecho con seguridad.
-Buenas tardes, Victoria- me saluda cordialmente
-Buenas tardes- le correspondo.
-Llamaste para solicitar el trabajo de Psicóloga. Yo soy Lisa, soy la directora del colegio Universal de LA y voy a hacerte una entrevista.
Asiento.
-¿Estas lista?- me pregunta.
-Lo estoy
-Entonces sigueme.
Me lleva a una oficina con pocas muebles y muchos diplomas en las paredes, esta relativamente aseada y puedo sentir el aire acondicionado y el olor a perfume.
-¿Podrias mostrarles tus certificados y tus papeles?- me pregunta mientras se pone unos anteojos.
Saco de mi bolso mis papeles y ella los revisa.