veinticinco.

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—¿De verdad tienes que ir?—Preguntó el cachorro en un puchero

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—¿De verdad tienes que ir?—Preguntó el cachorro en un puchero

—Déjame acompañarte—El omega tomó sus llaves y se colocó su saco—Somi cuidará de Soo

—No molestemos a Somi en su día libre

—Ella me ha molestado cada día en los últimos seis años así que no veo algún problema—Abrió la puerta—Vamos

—Mami, quiero estar con papá—Los ojos llorosos se unieron junto al puchero

—Volveremos pronto cariño, mientras ve televisión en lo que la tía Somi llega y te lleva a la escuela—Sonrió y le envió un beso para despedirse

Al cachorro no le quedó de otra más que esperar por la omega, hizo un puchero y se cruzó de brazos caminando hacia la sala de estar y prendió la televisión para ver caricaturas.

Chan insistía en que no era necesario que lo acompañara pero ya era muy tarde había escuchado la conversación del alfa con su primo el cual se había escuchado preocupado y un poco confundido.

El camino hacia la cabaña de la chamana fue tranquilo y silencioso por un momento. Seungmin había escuchado de aquella chamana hace unos años, una chamana que ayudó al alfa a encontrar a su destinado y tambien en algunas otras cosas a la madre de Hyunjin.

—Adelante—Una joven mujer beta dejó entrar a la pareja mientras con su otra mano sostenía una canasta de fruta—Ella los espera en esa habitación—Señaló

—Gracias

Se dirigieron a la cabaña que les habían imdicado caminando entre un camino de piedras y tierra, tocaron antes de entrar recibiendo una respuesta afirmativa para entrar.

—Has venido—El alfa saludó con una reverencia—Y has traído a tu hermoso omega, perfecto—Susurró al final—Tomen asiento

Seungmin sintió una briza caer por su rostro al igual que el alfa, olía a varias hiervas que no lograba identificar pero, era una sustancia fuerte pero no lo suficiente para oler el delicioso aroma del alfa.

—¿Qué es lo que nos acaba de rociar?—Preguntó el omega

—Ayuda a evitar la malas vibras—Seriamente respondió sentándose en su lugar frente a la pareja

—Me dijeron que viniera a verla y que era urgente—Frunció el ceño

La chamana miró disimuladamente el cuello del omega confirmando sus sospechas, aún no había ninguna marca en él que uniera a su lobo con el de el alfa.

—Deben evitar la muerte, ambos—Habló con temor mirando a ambos

—¿Qué?—Frunció las cejas el omega—Ya lo hemos hecho, Chan está fuera de peligro y esta viviendo una vida normal, no más pastillas ni visitas al médico, su salud mejoró

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