Capitulo 2.

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Mi nombre es Elizabeth Farías Lara, y tengo 26 años

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Mi nombre es Elizabeth Farías Lara, y tengo 26 años. Nací un 25 de Marzo de 1997, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México. Mido 1.70 de estatura, tez blanca, ojos verdes almendrados, complexión delgada, cabello largo, muy negro y lacio hasta la cintura, labios carnosos, tengo un pequeño lunar justo sobre mi ceja izquierda, cejas pobladas, pero bien arregladas y nariz respingada.


Actualmente soy licenciada en criminología, especializada en perfiles criminales. Tengo otra especialización en investigación y reconstrucción de la escena del crimen, un diplomado en dactiloscopia, y otro en grafoscopía, una maestría en criminalística, criminología e investigación criminal. Actualmente trabajo para la fiscalía, como asesora de investigación. A la par imparto conferencias sobre investigación, criminología y perfiles criminales. Además de contar con una carrera técnica en Administración de empresas, cursada en el bachillerato.

Actualmente también curso el primer año de carrera en contaduría en la universidad. Ya que tengo la intención de abrir mi propia empresa en un futuro cercano. Amo mi trabajo y mi rutina, y los logros que hasta ahora he conseguido por propio esfuerzo. Logros que hasta el día de hoy me han permitido vivir holgadamente a pesar de ser aún a propio criterio muy joven. Mi madre murió cuando yo tenía 17 años, por un crimen pasional, gracias a qué un hombre consideró prudente acosar a mi madre durante meses después de que ella le atendiera en urgencias, pues era enfermera.

Él quedó flechado de mi madre y la molesto durante meses, obteniendo siempre negativas de su parte, una noche cuando ella finalizo su turno, él la espero en el estacionamiento, estaba en estadio de ebriedad y la enfrentó, mi madre gritó, pero nadie la escuchó, así que ese hombre la golpeó, la violó y acto seguido la apuñalo 15 veces en el pecho y abdomen, dejándola tirada como a un perro  desangrándose, ella murió sola y aterrada pensando en mí. Dejándome sola, devastada, muerta de miedo, y con una hipoteca que yo no podía pagar. Terminé perdiendo la casa, pero ella me dejó los ahorros de su vida, lo cual me permitió rentar un cuartito y conseguir un trabajo, tiempo después.

Debido a que mi madre era el único familiar con el que contaba, pues no tuve hermanos, ni padre, no contaba con abuelos, y mi madre fue hija única, mi vida resultó bastante solitaria después de su muerte. Me sumí en una depresión muy profunda, pero la cuál superé ya que me refugié en mis estudios y en mis trabajos. Fueron mi tabla de salvación. Entre mis trabajos a medio tiempo y mis estudios pude superar poco a poco mi pérdida y salir adelante, después de todo, era yo era mi único sustento, y mi madre no crío a una cobarde, no quedaba más remedio que ser valiente y seguir adelante.

Tengo pocos amigos, dos en realidad. Mónica y Esteban Villanueva, ellos son hermanos, y son mi adoración. Son como los hermanos que nunca tuve. Me resulta difícil confiar en las personas, y entablar relaciones interpersonales. Pero ellos son maravillosos y han sabido romper mis barreras. Por lo general soy callada, soy más de las que analizan y escuchan, salvo en algunas ocasiones especiales, pero cuando sabes cómo llegarme, suelo ser bastante molesta, pues no me callo y de todo hago bromas. Amo la música, el arte y la lectura, pasear en la naturaleza, bailar y practicar deportes extremos.

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