serendipia

Elyon

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"and it's my whole heart

weighed and measured inside

and it's an old scar

trying to bleach it out

and it's my whole heart

deemed and delivered a crime

i'm on trial, waiting 'til the beat comes out

i'm on trial, waiting 'til the beat comes out"

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El día había llegado en un abrir y cerrar de ojos, cuatro noches habían pasado y ahora se encontraba terminando de arreglar su atuendo, una armadura rígida camuflada entre metros largos de tela negra. Estaba cubierta de los pies hasta el cuello, con botones en su pecho, guantes y una larga capa oscura. Su cabello cada vez más pálido junto a su piel hacían un contraste aterrador con su vestimenta.

Se puso las botas, que cubrían sus rodillas por completo y salió por la puerta de la habitación.

El hogar de los Vain era simple pero enorme y ya se había perdido algunas veces, pero ahora seguía la misma dirección que los cuatro guardias de los cuales disponía para su protección. Cuando fue anunciada, las puertas de la biblioteca se abrieron y la invitaron a pasar. En cuanto puso un pie en el lugar, el ambiente se silenció.

Ezra, Emil, Gavril, Nair y Alistar se encontraban allí. Los saludó con un simple movimiento de cabeza, cuando puso sus manos detrás de su espalda, el murmullo regresó. Las viejas del consejo de Bastian también se encontraban dando vueltas y por la cara de Nair, Elyon supuso que estaban teniendo una conversación de lo más aburrida.

Alistar se encontraba en una esquina, leyendo un libro pequeño cuyo título no podía distinguir. El amigo de Bastian siempre fue de pocas palabras y a ella no le molestaba su presencia, pero el mayor parecía algo... reservado en cuanto a ella. En todo ese tiempo que había estado en Pivoine jamás tuvieron una conversación que superara las cinco oraciones. No sabía por qué (aunque tenía sus sospechas, las cuales se relacionaban con Gianna), pero a veces sentía que no le caía muy bien. Bueno, se decía ella, eso le dolería si tan solo le importara.

Nair por otro lado, era un caso especial. Era sencillamente la persona más graciosa del mundo y le agradaba de verdad. Entrenaban juntas seguido, más cuando Elyon se aburría y Bastian estaba ocupado. También congeniaban en hacerle bromas al lunaris, como susurrarle por los pasillos cuando creía que se encontraba solo. No podía decir que eran las mejores amigas pero a veces se sentía bien entablar conversación con alguien que no fueran las mismas cinco personas de toda su vida.

Su mirada se posó por un segundo más del necesario en Emil y divagó sobre la discusión que habían tenido cuatro noches atrás.

"si el plan falla, si no te controlas... ¿podrías ser capaz de detenerte?"

Sus palabras resonaron en su mente y ella las despejó en un parpadeo.

Volvió a observar el lugar y se percató de que Bastian no se encontraba allí. Se acercó a la mesa principal y le preguntó a Ezra por él. El mayor le notificó que se encontraba aún en su habitación, terminando de arreglarse. Elyon frunció el ceño, todos ya estaban listos, preparados para la acción de lo que estaba por suceder y Bastian seguía tardando. Incluso Gavril estaba listo, que había sido traído casi a rastras por Emil para presentarse en Pivoine. Observó el rostro del Rey de nuevo y volvió a desviar la mirada.