serendipia

Bastian

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"mum, I'm sorry, I stopped calling

don't know what the hell I was caught in

can't stop dreaming of chandeliers

and your voice is all I hear"

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-Has perdido la cabeza por completo. -

-¿Ni siquiera pretendes llevar un cristal? La luna aún sigue opaca, idiota. -

La tormenta continuaba al mismo tiempo que la discusión crecía. Las gotas de lluvia ahora caían con más fuerza, como si quisieran ahogarlos a todos. Bastian le devolvió la mirada a cada uno de ellos mientras intentaba secarse inútilmente el rostro con el borde de su capa. Sus brazos no respondían muy bien, estaban adoloridos y estaba seguro de que sus piernas estaban entumecidas, porque apenas podía sostenerse de pie. Observó a su alrededor y se percató de que la mayoría lucía como él, agotados y adoloridos a la luz de las esferas de fuego. Esa imagen lo impulsó aún más a defender su idea.

-Créanme, es la única alternativa que puedo ver. - Nair y Alistar además de cansados lucían enfadados con él por intentar entregarse. Emil, que negaba con la cabeza, lo observaba con otra luz, su ceño se había aflojado y parecía querer protestar, pero los cortó a todos antes de que pudieran comenzar. -De alguna forma esto tiene que acabar y Wimeldra hablará conmigo, le guste o no. Ustedes ya saben qué hacer. - Odiaba las despedidas y no quería que eso sonara como una. Quiera o no, eso podrá salir muy bien o muy mal y si era así, acabaría muerto.

Ezra se posó a su lado y aprovechó la situación para hacerse oír. -Iremos hasta donde se están reagrupando e intentaremos que solo nos capturen. Una vez entre ellos, podremos sacarles información o con suerte, atacar desde dentro para ganar más terreno. Ustedes vuelvan al barco y esperen, sabrán que es el momento de accionar cuando suceda. -

-Ah no, eso no. -Ahora el Rey de Alariel sí reaccionó por completo. -Ni se te ocurra, Ezra. A ninguno de los dos, solo van a terminar por pulverizarlos. -

-No, esa mujer hablará, pero primero tenemos que llegar a ellos. -

-¿Pero cómo pretenden atacar sin cristales?-

-No necesitamos cristales para cortarles el cuello. Si asesinamos a la líder, el resto no tendrá cómo recomponerse. Han tardado meses en hacerlo sin Lyra. - Ezra intentaba convencer a su hermano menor con palabras que no eran del todo verdaderas pero que de todas formas no daban resultado.

-No creo que les importe tener otra líder muerta o encarcelada. -

Emil tenía razón, al culto no le importaba seguir desperdiciando lideres con tal de llegar a su objetivo. Pero su objetivo eran ellos y ese era el único arma que aún conservaban. Los querían para quién sabe qué atrocidad y no iban a descansar hasta tenerlos o asesinarlos. Decidido, volvió a alzar la voz. -Él único que va a decidir soy yo y ya lo he hecho. Iremos a infiltrarnos con Ezra y llevaremos a cabo el plan, si no funciona, si no logramos distraerlos, deben irse. -

-¡No va a funcionar! Los quieren muertos, por Helios.-

Elyon, que hasta ese momento se había mantenido callada a su lado, señaló al alariense con un dedo. -Tú eres la peor opción para hablar sobre el culto, no los conoces, no tienes idea de cómo piensan, nosotros sí. -

-Acaban de demostrar que los quieren asesinar, por si no te has dado cuenta. -Replicó Gavril.-

Bastian comenzó a exasperarse. Sí, tal vez el culto quería asesinar a todos sus amigos, pero ¿acaso esos carteles no explicitaban que a ellos los querían vivos? ¿acaso en todas las veces que se enfrentó con uno de ellos no tuvo un instante donde dudaban sobre qué hacer, si acercarse para intentar capturarlo o no? Elyon también lo sabía, ella los había visto, cada uno que se le acercaba lo hacía para derribarla, para desestabilizarla, no para acabar con su vida. Los querían vivos, magullados y asustados, pero vivos.