《¹²》Piu Piu

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Capítulo 12: Piu Piu

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Camila Cabello 8 de junio de 1820- Londres (𝒎𝒂́𝒔 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒄𝒊𝒇𝒊𝒄𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒕𝒓𝒂𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒍𝒆𝒄𝒄𝒊𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒑𝒊𝒂𝒏𝒐)

El piano nunca fue mi fuerte, todas esas mismas teclas con sonidos similares,  simplemente no funcionaba. Parecía que se estaban burlando de mí, porque por más que lo intenté, las teclas simplemente no me daban la melodía correcta cuando intenté tocarlas, sin embargo, todo lo que hizo falta fue que alguien más apareciera y rasgueara alguna porquería, que los malditos decidan soltar melodías increíbles, que minutos antes parecía imposible.

Y mis dedos, bueno, mis dedos simplemente se negaron a presionar una tecla a la vez. Envié la orden, presione C ahora, el dedo índice rápidamente haría el trabajo, pero el dedo anular, que debería haberse quedado tranquilamente en reversa, simplemente decidió que también podía hacer su trabajo y presionó la bendita tecla sin mi permiso.

Malditos dedos rebeldes, no debería ser tan insultante ni siguiera conmigo
misma. Algo andaba mal con mi sangre.

Por el rabillo del ojo vi a mamá acercarse con el ceño fruncido, ella
siempre tenía el ceño fruncido cuando yo estaba en el piano. No podía culparla a ella, me arrancaría los dedos en lugar de a ella.

- Tienes visita. - Informó mirando incrédula al piano que yo seguía tocando salvajemente. - Espero que seas educada, si consigues mantener un cuarto de hora de conversación sin gritos y amenazas, te preparare un dulce capricho para después de cenar hoy.

Eso llamó toda mi atención, incluso dejé de jugar, mirándola con ojos
brillantes. Dulce y mi cena eran palabras mágicas cuando se juntaban.
Dios bendiga a quien inventó el arte de vender, yo esperaba hasta dos cuartos de hora para cenar un dulce.

- Lord Morgado dijo que vino aquí para disculparse.

"INFIERNO"

Maldición de un hombre insufrible. Todos los gusanos en mi estómago se
habían despertado y no había manera de calmarlos a menos que fuera con
un buen dulce. No quería hablar con él, aungue fuera para disculparme, pero no tenía otra alternativa, sabía que Sinú nunca jugaba a perder.

Asentí rígidamente, evitando abrir la boca para no arruinar toda la muestra de civilidad. Eso era todo, si no abría la boca me era imposible gritar o ser grosera. Mantendría la boca cerrada durante toda la visita, para que no me acusaran de ninguna de las cosas que me alejarían de los dulces.

Escuché los pasos de Lord malhumorado acercándose y respiré hondo, preparándome para permanecer en silencio como un mudo, sería el epítome del silencio en los próximos minutos.

- ¡¡¿¿TE CORTASTE EL PELO??!!.- Pregunté en voz alta con tono asustado
cuando me encontré frente a frente con un Lord Morgado de cabello corto,
había perdido al menos cuatro dedos, yo aún podría perder mis dedos entre los mechones negros, pero nada con colas de caballo, o mechones que volaran libremente con el viento,

- ¡Camila!.- Mamá me llamó la atención abriendo mucho los ojos.

- Oh, claro, lo siento. - Me compuse tratando de dejar de mirarlo con
sorpresa. - Señor Morgado, perdóneme por el trato inadecuado, solo estaba asustada por el cambio repentino.

Él sonrió de esa manera insoportablemente hermosa y se encogió de hombros, sin darle mucha importancia al asunto. Mamá pareció satisfecha y desapareció en la habitación de al lado, alegando que tenía que terminar el bordado, pero que dejaría la puerta abierta.

SOS 7053 (Camren g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora