SOS 7053 (Camren g!p)

《³⁷》 La persona adecuada en el momento adecuado

Capítulo 37: La persona adecuada en el momento adecuado.

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Camila Cabello 25 de octubre de 1820- Hampshire (!!!!!!!!!!!!)

— Camila. — llamó Lawrence suavemente después de unos minutos. — Supongo que para hablar, necesitas hablar.

Abrí un poco los ojos y estuve de acuerdo. No es que no lo estuviera intentando, pero me pareció difícil encontrar la manera correcta de decirlo.

— Bueno...como dijiste antes, eres un hombre...

— Correcto.

— Pero hay cosas en tú cuerpo que normalmente se atribuyen a las mujeres. Como los senos, por ejemplo, ¿cómo diablos los tuyos son más grandes que los míos?

Lawrence se sonrojó hasta las orejas y apartó la mirada de la mía. Parecía estar más avergonzado que de costumbre cuando hablé de ello. ¡¡Pero vamos!!! Que tu marido tenga unos pechos más grandes que los tuyos es algo que te hace pensar en las ironías de la vida.

— Yo, no sé. — Respondió suavemente, con las mejillas rosadas. Todavía lo noté levantando los brazos hasta el torso como si quisiera esconderse de alguna manera.

Sólo vestía camiseta y dijo que se había quitado el abrigo para ir al lago.

Aunque sus pechos no eran visibles, tal vez los estaba sosteniendo de alguna manera, parecía sentirse muy expuesto en ese momento, lo que me hizo luchar por apartar la vista.

— Bueno, el punto es que tienes estas partes y bueno, la expectativa es que las mujeres no se sientan atraídas por otras mujeres o cosas que se encuentran en otras mujeres.

— ¿Entonces ya no te sientes atraída hacia mí por estas cosas? — Preguntó, esforzándose por no mostrar ninguna emoción en su voz. Sin embargo, noté cómo sus brazos se apretaron alrededor de su cuerpo, revelando lo aprensivo que estaba.

— No, eso no es. — Me apresuré a responder. — Yo... bueno... nunca me permití hablar de eso, pero tal vez esa premisa no sea real para mí, tal vez me siento un poco atraída por las mujeres.

Lawrence en ese momento me miró directamente a los ojos con curiosidad.
Que me mirara con tanto interés me puso aún más nerviosa, incluso me pareció peligroso decir que, aunque no fuera propio de mi marido, un nerviosismo incómodo comenzó a dominarme ante la posibilidad de que él me rechazara por esa confesión.

— ¿Te atraen las mujeres?

— Pues más o menos, no lo sé. Es automático, es solo que normalmente son tan delicadamente hermosas y tienen unos labios bonitos, no sé, antes de que pueda controlarlo, creo que sería muy lindo besarlas.

— No sé si realmente estoy disfrutando esta conversación. — reveló Lawrence malhumorado.

— No seas un tonto celoso. En realidad esto es muy bueno para ti.

— Explícame exactamente por qué es bueno para mí que tengas estos pensamientos sobre besar mujeres, porque incluso ahora siento unos celos enfermizos. — Respondió con un puchero infantil en los labios.

— Teniendo en cuenta que tienes estas características que me atraen e incluso vestirte como mujer, pensé que sería bueno. — argumenté con impaciencia, viéndolo reflexionar más sobre eso.

— Viendo desde este lado...

— Exactamente, tonto, ya dije sobre besar a Kate que en realidad eres tú. — Continué, suspirando fuertemente. Lawrence pareció finalmente encontrar lo positivo en todo esto, mientras me daba una enorme y arrogante sonrisa. — El caso es que ese día estaba bajo los efectos de lo que me dio tu madre, no estaba sobria, algo así nunca saldría de mi boca sobria, no hasta ahora.