BONIFICACIÓN

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BONIFICACIÓN - Chicos mocosos

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Camila Cabello 22 de junio de 1825 - Hampshire (perfectamente satisfecha. PD: sé que te lo perdiste)

Hola queridos lectores. Se preguntaran cómo estoy después de tanto tiempo, pero como soy una mujer misericordiosa no entraré en ese tema ya que en las próximas páginas hablaré de mi vida perfecta con mi delicioso Lord y esto generará ciertas comparaciones que no son ventajosos para algunos de ustedes.

Esa mañana me desperté con varios besos repartidos por mi cuello y unos brazos fuertes sacándome de la cama hasta quedar recostada sobre el pecho de Lawrence.

Era increíble que siempre despertara tan estúpidamente hermoso. Yo era la persona que por las mañanas estaba completamente arrugada y con los ojos hinchados y legañosos, mientras él se despertaba con todo el encanto del mundo y solo se volvía aún más hermoso con ese cabello desordenado cayendo sobre su frente.

- Buenos días mi bella esposa. - Sonrió besándome la cara con cariño.

Su amor tan intenso cuando me sentí atropellada realmente hizo que mi confianza alcanzara alturas inimaginables.

- Buenos días, marido mío. ¿Alguna razón especial para despertarme tan temprano? - pregunté con una sonrisa sugerente, levantando las manos hasta poder sostener sus senos entre mis palmas, las cuales no eran suficientes para sostenerlos por completo.

Mi marido teton era toda una delicia.

Sus cejas oscuras se alzaron y una pequeña sonrisa avergonzada se apoderó de su rostro perfecto. Era tan hermoso que a veces quería morirme de besarlo.

- Suena genial tu idea, pero prometimos que llevaríamos a Rebeca al condado, ella quiere participar en las festividades. - Ay, qué bueno es ser madre....

- ¿Fiestas tan temprano?

- Sí, esposa mía, las fiestas para niñas de cinco años son muy temprano. - respondió, estrechándome en un abrazo aplastante. Sus fuertes brazos alrededor de mí me emocionaron de una manera que no era muy apropiada si necesitábamos levantarnos y prepararnos.

- Sabes, quiero ver el mar. ¿Podemos ver el mar? - pregunté de repente, cambiando completamente de tema.

Lawrence parpadeó un par de veces, sus largas y oscuras pestañas hicieron un espectáculo frente a mí mientras besaba su piel lechosa. Como dije, delicioso.

- Claro que podemos, vida mía. Podemos hacer lo que quieras. - El Confirmó. Sus ojos verdes brillaban, le gustaba mucho cuando yo quería hacer cosas, tal vez por los años que había estado enferma. Por supuesto, ya le había explicado que las cosas ya no eran así y que él ya no necesitaba actuar como si fuera un milagro y una necesidad urgente para mí tener todo lo que quería, pero él siempre me ignoraba y seguía mimandome. . .

Me encantó, por supuesto.

Me sentí encantada de que se cumplieran todos mis deseos. Un marido apetitoso dispuesto a conceder mis más endemoniados deseos era todo lo que no merecía, pero aun así había pedido al cielo y por suerte había ganado.

El mundo no siempre es justo y me encantaba cuando era injusto a mi favor.

Por favor, querido lector, no pongas esa cara de envidia tan cruda, recuerda que teóricamente tienes cierta preferencia por las mujeres, deja en paz a mi Lord.

- Voy a hablar con Bruno para que haga todos los preparativos. Sólo tenemos que volver a Londres el mes que viene para poder quedarnos una semana o dos, lo que quieras.

SOS 7053 (Camren g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora