《²⁰》Nuestra Casa

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Capítulo 20: Nuestra Casa

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- Tía Camila...Tía Camila.... - Poco a poco la mente nublada de Camila abandonó el mundo de los sueños y volvió a la realidad, mientras la delicada voz seguía llamándola insistentemente entre susurros. - Tía Camila..

Abrió los ojos, encontrándose cara a cara con un rostro pequeño, de grandes ojos verdes. Becca la estaba mirando muy de cerca y por cierto todo estaba
oscuro y en silencio, además del sonido de la lluvia afuera, aún no era de
mañana.

- ¿Beca? ¿Pasó algo?. - Preguntó dudando, encendiendo la lámpara al lado de su cama. La pequeña tenía las mejillas rosadas y retorcía los dedos en un gesto nervioso, evitando mirarla a los ojos.

- Está lloviendo..

Camila no entendió lo que quería decir con eso, así que esperó a que le explicara, pero Becca no dio indicios de que pudiera dar alguna explicación
espontáneamente.

Ella simplemente miraba por la ventana a intervalos cortos, pareciendo un poco asustada por la lluvia aún ligera que caía a cántaros en la oscuridad total de la noche.

- ¿Algún problema?

- No me gusta la lluvia. - Susurró la pequeña acercándose a Camila,
envolviéndola alrededor del cuello en un fuerte abrazo.

- ¿Quieres dormir aquí conmigo cierto?. - Preguntó la mujer mayor, sintiendo a la pequeña asentir frenéticamente contra su cuello. - De acuerdo, mi amor. Puedes quedarte.

- Hola Camilita. He oído que estás recibiendo invitados en tu cama.

Anunció Helena abriendo la puerta en ese momento, la rubia ya tenía una
almohada en sus manos, como si estuviera afuera esperando que su
hermana menor triunfara, a pesar de que tenía su habitual sonrisa descarada, la forma en que sus pequeños ojos azules parecían agitados y asustados indicaba que también estaba muerta de miedo.

Camila sonrió comprensivamente, dejando espacio para que la pequeña se
uniera a ella y a Becca. Afuera, la lluvia comenzó a aumentar en intensidad,
incluso se escuchaban algunos truenos, mientras los bracitos y las piernas se
apretaban con fuerza, estaba a punto de irse a dormir cuando escuchó un
suave golpe en la puerta del dormitorio.

- Pasa. - autorizó al ver aparecera un Bruno avergonzado por una rendija. El chico no dijo nada, sólo la miró suplicante, temblando de pies a cabeza
cuando el trueno retumbaba con más fuerza que los demás. - Tú también
puedes venir, Bruno.

Afortunadamente, su cama era lo suficientemente grande para acomodar
a los cuatro y todavía tenía espacio de sobra.

Estaban Becca y Bruno de un lado y Helena del otro, todos luciendo mucho más tranquilos que cuando llegaron, casi quedándose dormidos, aunque afuera la lluvia solo se intensificaba.

- Oye, ustedes...no deberían estar aquí. - Habló Lauren desde la puerta que Bruno había dejado abierta, aunque intentó sonar seria para reprender a sus hermanos, estaba claro que estaba tan asustada como ellos, cuando llegaron a la habitación. - Cada uno regrese a su cama, dejemos que Camila duerma en paz.

Por primera vez, Camila vio que los niños no respondieron a la orden de
Lauren, solo miraron a su hermana con los ojos muy abiertos, acercándose más a la ingeniera.

Ni siquiera Bruno parecía tener intención de moverse.

- Está bien, Lo. Pueden quedarse aquí. - Ofreció Camila con calma, notando a
los pequeños respirar aliviados.

SOS 7053 (Camren g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora