《¹⁹》Capoeira

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Capítulo 19: Capoeira

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Camila Cabello 29 de junio de 1820- Londres (todavía altamente desinteresada en los gigantescos preparativos de la boda)

- Me encanta la forma en que viene a visitarte todos los días, es tan lindo. - Me susurró Helena al oido, mientras veíamos a Lord Morgado saludar a mi padre de manera amistosa.

Ya llevábamos diez días de compromiso y todo en mi vida parecía una locura voluble, lo único que estaba seguro era que él estaría aquí todos los días para escuchar durante varios minutos seguidos todas las quejas que tenía sobre todo.

- Estamos comprometidos, él no hace más de lo que tiene que hacer. -
Respondí levantando ligeramente los hombros.

- Eres una arpía, pobre marqués.

Antes de que pudiera darle a Helena una respuesta adecuada, Lord Morgado
ya estaba frente a nosotras extendiendo su mano galantemente.

Su cabello crecía a una velocidad impresionante, pues sin el sombrero se podian ver los mechones frontales ocupando parte de su rostro, tenía un cabello tan hermoso y sabía que olía bien, porque obviamente ya había encontrado la manera de olerlo.

- Bueno, señor, cada día me parece un poco más encantador. - Comentó Helena sonriendo, continuando una conversación de la que yo no había
captado el principio.

- Las mujeres de la familia Cabello siempre son una gran inspiración en ese sentido. - Me devolvió todo haciéndome poner los ojos en blanco.

Nunca podría haber imaginado que pronto encontraría un marido que fuera altamente aprobado por toda la familia y adorado hasta ese punto.

Considerando mi genio y predisposición a intrigar y hacer la vida de otras personas un infierno, siempre pensé que si algún día me casaba, sería con alguien odiado por la familia, contrariamente a todas mis suposiciones, estaba Lord Morgado, siendo el favorito de todos.

Incluso mi padre, que era mucho más cerrado y difícil de convencer, parecía muy contento con la nueva incorporación a la familia.

Incluso los sirvientes parecían amarlo, especialmente la cocinera que se había ganado el salario de un año solo para mantener mi gusto por lo dulce durante ese mes en el que mamá parecía más tirana que nunca.

Al parecer, se supone que las novias deben lucir en óptimas condiciones fisicas en sus bodas.

Y si, querido lector, mi futuro marido había comprado a mi cocinera a espaldas de mi madre, seríamos una pareja perfecta, en salud y en negocios,
en riqueza y en traición.

- ¡Mamá, Lord Morgado me pidió que le mostrara el jardín!. - Advertí en voz alta, jalándolo ya hacia la parte trasera de la casa rápidamente.

- No tenemos jardín, Camila. - Respondió la señora, pero ya estábamos bastante lejos.

Llevé al hombre al pequeño espacio, completamente desprovisto de plantas
vivas, pero que al menos tenía un poco de aire fresco, suficiente para respirar
de verdad, lejos de compras o preparativos de boda.

- No puedo más, si tengo que elegir otro arreglo floral, voy a explotar. - Me
quejé con el ceño fruncido, encontrándome extraño que ese día su reacción fuera un encogimiento de hombros y no la habitual, sonrisa burlona.

- Me encantan los tulipanes.

- ¿Tulipanes?. - medité pensando en las lindas flores. - Siii, los tulipanes son
perfectos, eres mucho mejor en esto que yo, deberías encargarte de todo,
siempre das los mejores consejos.

SOS 7053 (Camren g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora