Solo por hoy

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No quería hablar con nadie, y aún así, siguen insistiendo, le puse el seguro a la puerta con llave y todo, para luego dejarme caer en la cama, extendí los brazos suspirando, no sabía qué hacer, estaba algo estresado y pensativo, pero entonces escuché un sonido que me sacó de mis pensamientos, alguien estaba tocando la puerta, aunque fue bastante delicado al hacerlo, me pareció algo extraño, aunque solo lo ignoré, ahora no me interesa gastar tiempo.

-Esto... Liam, soy yo – me inquieté de una, no podía ser él, se supone que está de viaje, pero aún así me puse algo tenso, levantándome.

No hubo otro sonido más, de seguro esperaba que abriera esa puerta, pero no lo haré. No pasaron más de tres minutos antes de que volviera a tocar la puerta, seguía siendo tan amable y paciente, "podría abrir", pensé en el momento

-Déjame entrar, ¿Sí? – tenía que ser él, porque nadie más tiene esa voz tan amable para hablarle a alguien, su tono era bastante relajado, acompañado de su voz algo grave.

Decidí abrir, girando con lentitud la perilla, luego me asomé un poco para verlo, y ahí estaba, mi pareja, Noah, tenía una cara de preocupación extrema, nunca lo había visto así, le hice una pequeña seña para que entrara, mientras vigilaba que el resto no estuviera, si está aquí es por algo, quiero estar a solas por él, cuando pasó volví a colocar el seguro y girar la llave, él se sentó en mi cama, yo en cambio caminaba hacia la silla de mi escritorio, pero me agarró y sentó a su lado.

- ¿Estás bien?, esta es la primera vez que te aíslas así – sabía que iría a comenzar con eso, miré a otro lado, a pesar de tenerlo al lado, es algo molesto que sea tan directo.

El ambiente empezó a sentirse muy tenso, pero era obvio que estaba preocupado por mí, aunque yo no lo estaba mirando, solo me hacía con el que no era, esto no debería estar pasando, pero lo está, decidí entonces contestarle como algo mínimo.

-Sí, estoy bien, no es para tanto – vi como fruncía el ceño, carajo.

- ¿Seguro? – no me iba a dejar hasta que le dijera lo que me pasaba, se nota que me conoce bien.

-No, no estoy seguro, solo... entiéndeme, ellos no me caen muy bien, son tus amigos, no míos, intenté hablarles, pero no me agrada ninguno, y tú estabas ausente como para que me ayudaras – me quejé con él, por supuesto, en parte le echo la culpa.

-Estás colocando excusas – se dio cuenta de mis intenciones, tenía que desviar la conversación ahora, no puedo dejar que me lea tan fácil – Sé lo que pasó.

-N-no sé de qué hablas, ¿Excusas?, ¡J-jamás! – mi voz temblaba a veces, no quiero que se de cuenta que lo extrañaba mucho, ¡No soy así!

Me iba a levantar de la cama, pero me abrazó, jalándome hacia él, quedé sentado en sus piernas, pero mantenía el abrazo, en definitiva, no podré escaparme. Vi como una sonrisa empezaba a verse en su cara, espero no se le diera hacer algo raro.

- ¿Me extrañabas verdad? – ¡Carajo!, se dio cuenta – no tienes que ocultarlo, vamos, mírame

-No sé de qué hablas, estás inventando cosas. – ambos sabíamos que mentía, pero yo no iba a ceder.

Estaba mirando de frente, con sus brazos rodeándome por detrás y acomodado en sus piernas, luego colocó su cabeza en mi hombro, esperando una reacción, la cual no hice, solo me quedé callado, a él le molestó un poco esto.

-Así que esta es tu manera de hacer las cosas...bien – en un rápido movimiento me tiró en la cama, acorralándome sin dejarme reaccionar, solo me quedé anonadado.

Estando ahí quieto fue y se acercó a mí para luego juntar nuestros labios, no pude reaccionar a tiempo, aunque tampoco quería alejarlo, dejé que se colocara encima de mí, tomara mi barbilla y la colocara a su gusto, duramos unos diez segundos antes de que nos separáramos, lo vi relamerse los labios, mientras yo lo observaba sin mucha reacción aparte de recuperar el aire.

-Sí, yo te extrañé igual – dijo Noah, yo solo lo miré, no iba a decir nada, era vergonzoso – al menos dime algo pedazo de hielo.

- ¿Un abrazo te basta? – le pregunté a ver si al fin dejaba de quejarse

-No. – lo sabía, ni sé para qué pregunté.

Suspiré, cumplirle el deseo luego de no verlo por un tiempo tal vez no era tan mala idea, me acerqué poco a poco, lo besé con calidez, él aprovechó que tenía mis manos en sus hombros para tomarme de la cintura y acercarme más a él, le permití que se pasara un poco, solo por hoy.

-Feliz? – me acosté en su regazo luego de la escena, nadie estaba viendo de todas formas

-Sí, bastante de hecho – su sonrisa denotaba que no exageró al decir que estaba muy feliz, bueno, no le iba a quitar la felicidad luego de no verlo por tanto tiempo, por esta vez.

One-Shots RandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora