Me gusta el color rojo

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Todo había empezado a cambiar, ese día fue importante para todo lo que se la avecinaba, su preparatoria organizó una fiesta a casi finales de año debido a la graduación de los más grandes, aunque solo invitaron a estos y los de primaria quedaron por fuera. Noah estaba bastante seguro de ir, muchos de sus amigos habían confirmado que irían, todos tenían su pareja en algún otro grado, él, aunque fuera más acuerpado o social que el resto, nunca había conseguido a alguien que le llegara a llamar la atención, aunque tampoco alguien se le ha llegado a declarar.

- ¿Sigues ahí Noah? – Preguntó uno de sus amigos al teléfono, se había quedado llamado mientras explicaban en qué parte de la preparatoria se iban a reunir para no perderse.

-Sí, perdón, me quedé en las nubes – Contestó volviendo a prestar atención a la conversación, se acomodó un poco más sobre la cama y clavó su mirada en el techo.

-Me di cuenta, en fin, recuerda, tienes que estar a las 6:50pm en la entrada, te estaremos esperando allí – Luego de ello colgó la llamada, Noah soltó el teléfono a un lado y suspiró.

Volvió a tomar el teléfono para verificar la hora, "son las 4:00pm, no falta demasiado, debería ir a revisar mi armario.", volteó a ver, debía escoger algo para ponerse, pero antes debía pensar un poco; él sabía que si iba se quedaría solo en algún momento porque sus amigos irían a pasar tiempo con sus parejas, mientras él quedaría apartado en un rincón, "qué más da, no pienso perderme esto.", suspiró ante su pensamiento y se levantó por fin, no sabía por qué se lo puso a pensar tanto, al final escogería cualquier cosa que estuviera limpia.

Miró al espejo para poder apreciarse bien su rostro, quería asegurar de que no estuviera sucio o las ojeras que empezaron a acumularse estuvieran presentes cuando saliera de casa. Llevaba sin dormir bien al menos una semana porque sus amigos querían ayuda para todo tipo de cosas, acompañarlo a un centro comercial, llevar cosas, conseguir cosas y así hasta el presente día donde querían impresionar a sus parejas lo mejor que podían.

Terminando de acomodarse la corbata sonó su teléfono, miró la pantalla y suspiró, era Pini, de las últimas integrantes del grupo que tenían, era una chica altísima que su grupo había adoptado porque algunos le tenían miedo, al final terminó siendo una chica bastante agradable que se preocupaba por la seguridad del grupo, y su novio era un dominado.

- ¿Cómo vas? – Preguntó ella al otro lado del teléfono, se encontraba ya en la entrada de la universidad con Samuel, su pareja.

-Terminé de vestirme y todo, pero no quiero ir, apenas llegue todos se dividirán... – Él tenía razón en eso, todos sabían que lo iban a dejar solo pero también querían que conociera gente, una fiesta con personas de la universidad era una oportunidad perfecta.

-TIENES que ir, Noah, te llevaré arrastrado si es necesario – Era ya una amenaza bastante seria, pero igual él ya estaba con ropa y todo, aunque quisiera no podría echarse ya para atrás.

-Sabes que iré igualmente – Le contestó, estaba algo cansado de esto, pero al menos daría una oportunidad a esto – te veo luego.

No dejó que Pini le contestara porque colgó y tiró su teléfono a la cama, que volvió a sonar luego de un rato. Consideró que no debía ir, pero también pensó en sus amigos, "seguro me necesitarán... No puedo dejarlos." Así que luego de luchar un poco internamente terminó volviendo a tomar su teléfono que ahora tenía unas veinte llamadas perdidas de su amiga, Noah solo echó su celular al bolsillo y salió a buscar un taxi.

Arrastró sus pies a la orilla de la carretera en espera que pasara algún vehículo, "Son las 6:30, debería llegar temprano.". Para su fortuna pasó un taxi que alcanzó a detener; se subió con rapidez y dijo el nombre de la universidad, por lo que se pusieron en marcha.

One-Shots RandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora