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Me alegra que seas feliz

Irene corría casi sin aliento con una sombrilla en su mano, ella se tropezaba de tanto en tanto por el suelo que estaba mojado, aún seguía lloviendo, pero no tanto como la noche anterior, que se podían escuchar relámpagos y las gotas estrellándose contra los tejados. Iba a llegar tarde a la reunión que organizaron sus amigos, faltaban pocos días para la entrega del trabajo y ella era la jefa en el grupo, ya que ninguno se colocaba de acuerdo con sus ideas, por lo que al final Irene alzó la voz y dio su solución: reunirse en la casa de alguien y hablarlo punto por punto. Aunque, la verdadera razón de la reunión es una planeación minuciosa de Irene por hacerle un favor a su mejor amigo, Royer, viendo que la chica que le gustaba se hizo con ellos, aprovechó la oportunidad para dar la idea, el resto de su grupo se dio cuenta y por eso se pusieron de acuerdo, todos ellos sabían que el chico estaba enamorado.

Al fin pudo recuperar su aliento, se encontraba frente a la casa de Royer, una linda vivienda de un piso, las paredes exteriores eran blancas, con algunas ventanas por los lados y una enorme en frente, en esta misma, su mejor amigo se asomó, viéndola y fue corriendo a abrirle.

- ¿Qué haces ahí parada?, entra. – le dijo apenas abrió la puerta, esta hizo caso casi resbalándose en el proceso

Sacudió su sombrilla para intentar secarla, pero terminó mojando el suelo del hogar, Royer dijo que no importaba, para luego pasar un trapero, luego de esto, Irene dejó la sombrilla a un lado de la puerta, intentó secarse los zapatos con el tapete de la entrada y pasó al cuarto de estudio que tenía su mejor amigo, donde estaban el resto de sus amigos, Cristian con Joe y la persona, de nombre Selena.

-Casi llegas tarde jefa – decía Joe con un tono de obvia burla

- ¿Hicieron algo en mi ausencia? – ignoró por completo a Joe, haciendo la pregunta a Cristian

-No, no hemos hecho nada, te estábamos esperando – sonrió, sabía que a ella no le iba a gustar su respuesta

Irene frunció el ceño y volteó, mirando a Royer, que apenas entraba en la habitación sin entender nada, viendo que ella estaba enojada, detrás de ella Joe señalaba a Cristian

-Tranquila Irene, yo ya empecé una parte del trabajo, no vamos tan atrás – habló Selena, que logró tranquilizarla

- ¿En serio? – su humor mejoró bastante – menos mal no eres tan indisciplinada.

Pasaron las horas, una luna llena empezó a asomarse y la lluvia a intensificarse, estuvo lloviendo todo el día, y parece que toda la noche.

-Royer, ¿Dónde está el baño? – le pregunto Selena desacomodándose

-Al fondo del pasillo – respondió

Ella salió de la habitación, cerró la puerta, los sonidos de sus zapatos se escucharon, para luego el ruido de la puerta.

- ¡No le hablaste! – regañó Irene a Royer

-Sabes que me dan nervios – se defendió el chico

-Lo sé, perdón, aunque ya se me ocurrió algo – se miraron ambos – deberías llevarla hasta su casa, al menos pueden entablar una conversación a solar.

-No lo sé... – pasó la mano por su cabeza, pensando.

- Todos aquí tienen pareja, entonces no podemos tomar ese riesgo tampoco – dijo Irene intentando que Royer entendiera

-Tú no tienes novio, o no que yo sepa – contestó sin pensar

Hubo un silencio, Irene miró hacia otro lado, Cristian decidió intervenir, mientras Joe frunció el ceño. Cuando Selena llegó, vio a Irene con una cara triste, Cristian consolándola y Joe dándole una mirada de muerte a Royer.

- ¿Chicos? – fue lo primero que soltó apenas vio la situación

-Ah!, tranquila, ve a casa, Royer te acompañará – Joe habló, mientras Royer soltaba un suspiro

-Ya terminaron lo que faltaba? – preguntó sentándose junto a Royer, aunque no estaría allí mucho tiempo

-No, pero lo terminaremos con Irene, nos veremos ya el lunes en clase – contestó, su mirada se había apaciguado

Sin decir más Royer se paró y salió de la habitación, con Selena siguiéndole, se quedaron callados, pero luego fueron fuera de la casa.

-Te sacaron de tu propia casa, parecer ser – rio un poco

-Qué más da, vamos, que si no tus padres te regañarán – sus palabras fueron cortantes para Selena, aunque la verdad era que estaba algo pensativo

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Joe suspiró, no podía creer lo insensible que fue Royer, aun sabiendo todo.

- ¿Estás mejor? – le preguntó, esta volteó a mirarlo

-Algo, tal vez lo olvidó por completo – contestó, parecía estar más relajada, aunque su cara seguía reflejando tristeza

-Mejor ve a casa, te acompaño – pidió Cristian, preocupado.

-Pero está lloviendo aún – dijo Joe viendo por la ventana

-Eh?, pero si ahorita estaban Selena y Royer afuera – decía el chico un poco confuso

-No importa, tengo una sombrilla – Irene se levantó y salió del cuarto

-Joe – llamó Cristian - ¿Terminas el trabajo?

-Tocó, pero ve con cuidado – contestó

"Él lo olvidó, o al menos eso me dijo, mi declaración fue en vano, aunque me rechazó lo más amable que pudo, siguió doliendo, luego fui yo la que lo olvidé, pero recordarlo duele, y de parte de él. Un día me pidió ayuda con aquella chica, ella no tiene la culpa de nada, entonces decidí ayudarle para que fueran pareja, estaba emocionado, incluso se lo prometí, pero la verdad no importa, tal vez algún día encuentre a alguien."

-Pensamientos de Irene