El Paso del Tiempo

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Su cabello, sedoso y lindo, a la par con sus ojos, carmesíes, era una característica única, ver a un chico con ese tono de cabello y ojos era algo de apreciar y adorar.

Mientras, su hermosa piel, blanquecina, casi parecía una cara porcelana. El chico aún recuerda las palabras de sus padres, quienes estaban orgullosos de sus genes.

-Tu pelo es demasiado hermoso, Liam, ese carmesí te queda perfecto, como mi largo pelo – dijo su madre organizando el cabello del chico

-Hijo... tus ojos, son como los míos, heredaste lo que el otro quiso, ¡Qué fortuna!, a la par de tu cabello, rojos. – agregó su padre mirándole

El chico sonrió a estos comentarios, realmente se sentía feliz con que sus padres le dieran bastante cariño.

 Noah, el chico insistente

Liam entraba a su clase, otra vez, iniciaba un nuevo año escolar, un chico algo inusual, tenía su cabello de color rojo, carmesí, sus ojos hacían par con su cabello, que eran rojizos, aunque no se veían tan claros, era notable.

-Liam, casi llegas tarde – le dijo el profesor apenas cruzó la puerta

-Exacto, casi – se limitó a responder, resaltando su "casi"

-Ve a sentarte – ordenó algo cansado del tono de Liam

El chico vio que solo quedaban dos asientos, uno se encontraba en una esquina de la clase, al lado de la ventana, mientras el otro frente a este. Al sentarse se dio cuenta de algo, parecía haber un nuevo, esto fue corroborado cuando miró a todos lados, no faltaba nadie, o por lo menos que él reconociera.

-Atención! – gritó el profesor, parando cualquier conversación que hubiera – El día de hoy tenemos un nuevo estudiante, por eso hay un asiento de más – la puerta se abrió en ese momento, dejando ver a un chico de pelo castaño, alto, piel trigueña y unas cuantas pecas en sus mejillas, con un físico algo notable.

-Me llamo Noah – dijo frente al escritorio del profesor – tengo catorce años, aunque estoy próximo a cumplir quince, el trece de marzo, básicamente un mes – eso fue todo lo que dijo sobre él.

-Muy bien Noah, ahora puedes ir a sentarte, solo hay un asiento disponible actualmente – dijo señalando el asiento frente a Liam – A mitad de año los asientos cambian, entonces no te preocupes – esto alarmó a algunos.

El castaño fue y se sentó, buscando a quien hablarle, lo más lógico sería a las personas que están a su alrededor, y eso intentó, volteó a ver quién se encontraba atrás de él, viendo al pelirrojo, que simplemente estaba leyendo un libro, aparentemente de plantas.

-Eh... Hola, me llam – fue interrumpido por el chico

-Si, acabas de presentarte, soy Liam, deberías aprender a no molestar a la gente mientras lee, como mínimo – A Noah no le quedó de otra que evitar decir algo más, rindiéndose.

Noah fue a intentar socializar con otros estudiantes. Liam se arrepintió de haber comenzado así una conversación con el castaño, después de todo quería hacer más amigos aparte de Samantha y Melisandre, debió aprovechar que es nuevo y no lo iría a juzgar en primera mano, seguramente ya había arruinado esa oportunidad, suspiró entonces.

- ¿Pasó algo? – preguntó Samantha, quien se encontraba en el asiento de al lado

-No, simplemente me puse a pensar – respondió, colocando un guarda páginas en el libro y cerrándolo

-El nuevo, ¿Verdad? – interrogó, Liam asintió con la cabeza antes de decir algo

-Tal vez si me pasé – miró al suelo, pensó en lo que hizo, tal vez debía disculparse

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