OO8 → «su majestad, ¿me haría el honor?..»

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hoy era el día, hoy irían a la boda y darle sus felicitaciones al rey Joaquín con su esposa.

el castaño se encontraba arreglando un poco su corbata, aunque nunca fue bueno en eso, detestando con su alma.

Emilia ingresó con un hermoso vestido mientras hacía reverencia ante él; el rey se dió vuelta para apreciar el hermoso vestido de su comprometida. Esbozó una gran sonrisa y se acercó a ella para tomar suavemente su mano cubierta por un guante blanco.

- estás hermosa. - su pulgar hacía movimientos circulares sobre el torso de la mano contraria.

- y usted está perfecto, amor. - le sonrió radiante.

le devolvió la sonrisa sutilmente, luego vió cómo guiaba esas delicadas manos hacia su corbata, arreglandola.

- parece que tiene problemas con la corbata. - dijo en una sonrisa divertida.

el joven recordó aquel día con Enzo y se ruborizó ligeramente, sonriendo inconscientemente, luego sacudió levemente su cabeza cuando se dió cuenta de su propia acción.

- bueno, ¿ya está lista?

- claro que sí, su majestad, estoy muy lista. - lo miró a los ojos con la misma sonrisa. - ¿y usted?

- por supuesto. Vamos. - le ofreció su brazo para que ella pudiera entrelazar su brazo allí y caminar juntos.

obviamente que Emilia aceptó enseguida, poniéndose a su lado y ambos empezando a caminar juntos hacia fuera del palacio y subir al vehículo. Pero antes, Juli se detuvo antes de subir. Emilia elevó una ceja con confusión al ver que su comprometido se detuvo antes de ingresar.

- ¿a quién espera, amor? - ella se adentró al auto mientras lo miraba.

- a Enzo. - dice, mirando a los costados, esperando ver su característica sonrisa.

- ¿Enzo?.. ¿lo invitaste también?

- ¿por qué no lo haría? - lo mira con seriedad, dejando callada a la mujer.

aunque tampoco quería quedarse en silencio.

- bueno, creí que usted y yo podríamos tener un momento romántico... pero no hay problema que venga su hombre de confianza. - sonrió fingidamente para no causar problemas.

el castaño dejó de mirar para ver cómo su amigo venía con un traje puesto y un nuevo look.

- disculpe la tardanza, señor. - dice el morocho mientras acomodaba su cabello azabache con -ahora- flequillo.

Julián sonrió e inspeccionó su vestimenta, terminando en su cabello.

- ¿nuevo corte de pelo? - ríe levemente.

el mayor sonrió al ver que había notado su cambio de imagen. - así es. ¿Le gusta?

- me encanta... sí. - se puso ligeramente rojo, pero se subió al vehículo antes de que su soldado lo notase. - ven, Enzo, entra.

el nombrado acató la orden y también se adentró al auto. Luego le hizo una reverencia a la comprometida de su rey, quien sólo sonrió incomodamente y miró hacia otro lado, Enzo también miró hacia otro lado.

luego de un viaje casi largo, los tres salieron del vehículo y los soldados que estaban en la puerta de la iglesia, hicieron una reverencia. Fernández sonrió viendo a todos, conocía a la mayoría, ya que eran algunos de sus amigos.

entraron y tomaron asiento, Emilia y Enzo se sentaron a los costados de Julián, para estar más cerca de él. Luego llegó más reyes de otros palacios, llenado la iglesia. El rey Joaquín subió al altar con algo de nervios, vistiendo un traje negro y un moño del mismo color.

~su majestad~ // Enzo F. x Julián A.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora