Cot'mary....?

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POV. Normal.

***: Puedo abrazarte? -pregunto con la voz entre cortada-

Ella lo miro por unos instantes sin responder, algo que asusto al na'vi frente a ella, pero después ella asintió levemente, el con cuidado de no lastimarla se acerco a ella, abrazándola con cuidado, el sentirla cerca de el y poder abrazarla era algo tan reconfortante, pero aun asi se sentía un poco extrañado.

Melody estaba un poco rígida por el abrazo que estaba recibiendo, aunque fuera su padre se sentía un poco ajena a el o mas bien no se sentía merecedora de ese afecto que recibía, sentía que no debía sentirse querida, aunque le dijeran que no debía sentirse culpable y mas aun al escucharlo que perdió a la persona que el mas amaba por su culpa, por protegerla y que aun asi el allá sacrificado tan ese amor que tenía para ella, al ponerla a salvo.

Poco a poco los ojos de Melody se empezaron a humedecer, su mirada divagaba sin prestar atención en su entorno, su cuerpo empezó a temblar, con cuidado levanto los brazos un poco titubeantes para abrazarlo por igual, el al sentir que su abrazo había sido devuelto, la abrazo un poco mas fuerte, ella solo pudo empezar a sollozar.

Melody: Perdóname, por a verte olvidado, por causarte tanto dolor -titubeo sollozando- Perdón, por mi culpa perdiste a mamá -sollozo- Yo....yo...

***: No, mi niña -acaricio la cabeza de Melody- Nada de eso es tu culpa, no llores -sollozo- Jamás te culparía por eso -sintiendo como ella se aferraba mas a el- Asi que no...no digas eso.... No te culpes.

Melody: Papá -sollozo aun mas-

***: Para tu madre.... y pa....para mi tu eras nuestro mas grande tesoro -decia entre titubeos- Tu fuiste un regalo, asi que no te culpes, no digas que es tu culpa.

Melody solo se dejo querer, este abrazo se sentía como la ultima vez que lo vi antes de marcharse, sus lagrimas solo rodaban por sus mejillas, sin control alguno, ella solo sollozaba siendo abrazada por su padre, mientras el también estaba llorando, no podía parar de llorar el tener de nuevo a su hija entre sus brazos, ya se había resignado a nunca volver a verla, saber como estaba, pero ahora ella estaba aquí, justo en sus brazos, tal como alguna vez pudo solo soñar.

Para el su hija era su mayor regalo que la gran madre Eywa le allá podido dar, se sentía tan aliviado de poder tenerla asi de nuevo, quisiera que su compañera estuviera aquí con ellos para que viera que su pequeña niña estaba bien.

Todos veían esta escena con ternura, pero al mismo tiempo con tristeza, Neitiry había llegado hace un momento, pero también pudo presenciar esa escena, no se podría imaginar una vida lejos de algunos de sus amados hijos, no sabría como sobrellevar esa tristeza, de saber que estaban lejos pero no poder ni abrazarlos, con la incertidumbre de si estuvieran bien o no, el también había sido testigo de la crueldad de lo que los humanos pueden llegar a ser.

El corazón del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora