Mini historias- Miguel O'hara

Mini-Me II

Llegaste al mismo universo a la misma mini-ciudad en la que hace una hora estabas salvando. Tenias en tus manos al mini-Miguel que te miraba expectante mientras estaba el portal rojo detras tuyo.

—Bien amiguito, creo que es hora de despedirnos. — lo acercaste a tu rostro para darle un pequeño beso en la coronilla de su cabeza. Realmente te habías encariñado con él en tan poco tiempo.

—Date prisa. Que no debemos estar mucho tiempo aqui—

Miguel se encontraba detrás tuyo, lo cual te asusto mucho como para que te voltearas a verlo de un salto. Te preguntaste si tu sentido arácnido estaba funcionando bien, o acaso estabas entrando en alguna crisis como habías escuchado de algunos Spiderman.

—¡Dios mio! ¡Casi me da un infarto¡ ¿Que es que acaso crees que me lo voy a quedar?

—No hace falta decirlo. — Miguel se cruzo de brazos y ya se miraba en su semblante que estaba impaciente.

Miraste a su mini-versión que estaba también molesto por su actitud contigo. Era demasiado adorable verlo molesto y con sus manitas cruzadas. En verdad que no querías dejarlo ir.

— Deberías considerar a esta cosita linda para que sea parte de la sociedad arácnida.

—No duraría ni un día.

—¿Como lo sabes? Solo por su aspecto no quiere decir que no haga daño. Por algo es un Spiderman y protege esta ciudad. Fue muy valiente de su parte seguirme para investigar una posible amenaza.

El moreno suspiró pidiendo paciencia contigo.

—¿Lo dejaras ir o yo lo lanzo lejos?

—¡Esta bien! No es necesario eso — le diste la espalda a Miguel y observaste cual seria el mejor lugar para arrodillarse y bajar al pequeño Miguel. Estaban a fueras de la ciudad, en una zona verde lo bastante cerca y segura para no causar algún accidente.

Solo diste unos cuantos pasos para depositar al mini-Miguel en el suelo con cuidado.

—Me hubiera gustado estar más tiempo contigo, hacer sesión de fotos, plasmarte en mi arte y más cosas. Pero aquí debes de estar y porque a alguien claramente no le agradas, pero en fin.

Miguel estaba escuchando todo, pero fingió que no escucho lo ultimo.

—Fue un gusto conocerte. — Le acariciaste su cabello con tu dedo por última vez. Pero el pequeño lo tomo con sus brazos y lo apretó en un abrazo. Te derretiste de ternura. —¡Eres tan suave! ¡Que cosita mas linda!

A su version gigante no le hizo ninguna gracia.

Pronto, la atención de los tres fue llamada por un pequeño auto que iba a toda prisa hacia ellos. No era la policía, ni los paramédicos o cualquier servicio de emergencia. Era un auto rojo del que se bajo una pequeña mujer. Se notaba que estaba preocupada.

Para sorpresa tuya el mini-Miguel corrió hacia ella a abrazarla y darle castos besos. Y entonces entendiste que tu variante y la variante de Miguel aquí son una relación.

—E-esto de verdad no me lo esperaba. — Te sonrojaste tanto por la escena tierna. — ¿Que te parece esto Miguel? Nuestras variantes se llevan mejor que nosotros — le dijiste nerviosa, per no escuchaste respuesta.— Y creo que bastante bien.

Te levantaste mirando por ultima vez a la pareja, no volteaste a ver a Miguel por tu cara roja. Aunque, este por alguna razón tenia la mascara. Los dos pasaron el portal hacia la tierra 928 sin decir nada.

...

Al día siguiente en la cafetería de la sociedad arácnida se encontraba Gwen, Paviter, Jess, Peter y su bebé. Usualmente no se juntaban así a menos que hubiera algo de que hablar y ayer presenciaron muchas cosas de las que tenían que comunicarse.

— ¡Se los juro! Hasta Miguel se quedo sin palabras. No dijo nada durante toda la tarde. — les comentaba Jess. — le pedi a Lyla que guardara una grabación desde que llegaron a ese lugar donde estaban sus variantes.

— ¿En serio eso paso ayer? Con razón _____ estaba algo rara en el ensayo — dijo Gwen.

—Oye tienes que enviarnos ese video. Claro sin que Miguel se de cuenta. Quiero ver sus caras viendo a sus mini-me en una escena romántica— dijo Peter divertido por lo que escuchaba. Cualquier Spiderman querrá ver la reacción de su jefe, pero Jess tenia que ser discreta y solo mostrárselos a ellos para no meterse en problemas.

— De acuerdo, pero tienen que ser discretos.

—Esto mejor que mi novela. ¿Cuando se darán cuenta de sus sentimientos por el otro?— Paviter estaba emocionado. Según sus expectativas esto era cuestión de tiempo para que haya algún sentimiento romántico de por medio.

—Miguel nunca lo admitirá. Preferirá distraerse estando a las 24 horas en su oficina hundido en el trabajo antes que pensar en eso. — comento Peter.

— Y ______ tiene demasiado orgullo. Puede que algún día lo sienta, pero jamas lo reconocerá.— hablo Gwen esta vez.

—Estos dos si que les gusta ponerse muchos obstáculos. — dijo Jess riendo. — Aunque, los comprendo no es sencillo darse cuenta de lo que quieres.

—Dímelo a mi. Yo ya estaba resignado a que no volvería con mi MJ. — dijo Peter — Tuvieron que pasar muchas cosas para reflexionar y darme cuenta que no era lo que realmente quería.

— Quizás es lo que les hace falta a estos dos. Reflexionar. Pero eso esta en ellos.

"Jess te necesito aqui ahora"

El gizmo de Jess mostró el holograma de Miguel llamándola. Seguro tenía dificultades con una anomalía.

—Bien, se acabo esta reunión. Esperen la grabación hoy en la tarde.