Mini historias- Miguel O'hara

Confesiones II

Habías preparado la solución en un para Miguel  lo mas rápido posible, volviste a la habitación y te acercaste a el levantándole un poco la cabeza para que pudiera beber. Pero notaste que entrando la iluminación estaba un poco mas oscura, suponías que fue Lyla pues Miguel no gustaba de lugares iluminados.

—Despierta aunque sea para que tomes un trago.— le dijiste con paciencia.

—No... ya vete. No quiero... que estes aqui— Miguel solo respondía con susurros, apenas podia decir algo.

—Ya sé, es tu habitación y nadie le gusta que invadan su privacidad prometo que no mirare nada más pero en serio que tienes que beber esto Miguel. — le arrimaste más la solución y este dio un gran sorbo. — Ves que no era tan difícil.

—Ahora si ya vete... No debiste verme asi.

—¿Por que lo dices? No es como si lo fuera a decir a toda la sociedad ¿O si crees que lo haría?— Te habías ofendido un poco por esa mala estima que te tenia.

—No... solo asi tan borracho. Solo doy vergüenza. No valgo para pura ma...—

—¡No digas eso! Solo tu tenias tus razones para hacerlo. Yo no podría decir algo para juzgarte o hacerte sentir mal por tomarte unas copas de más porque no pase por eso.— Trataste de consolarlo.

—Nunca podré perdonarme por eso... Solo quería sentir una vida donde era feliz. Quería dejar de ser Spiderman un rato— Sentías en su voz tristeza y enojo. Miguel estaba muy enojado consigo mismo.

—Te entiendo Miguel, no podríamos tener la vida que queremos sin dejar de ser los heroes que somos. Aun con poderes seguimos siendo humanos con sentimientos y emociones... se vale equivocarse y luego la parte mas difícil es dejar de torturarnos tanto y perdonarnos. — Le dijiste mientras pasabas tu mano para descubrir su frente y peinar sus cabellos para atrás.

—Lo dices como si ya tuvieras experiencia en esto.

—Por desgracia si. No igual a la misma situación claro, pero intente en mi universo vivir una vida tranquila, pero solo perdí a mi hermano que era capitán de policía. Y creo que con eso te digo todo.— Había un pequeño temblor en tu voz.

-Lo siento.— te dijo Miguel. No quería ponerte en esta situación.

—Descuida, eso ya paso. No se trata ahora de mi. — Con mucho cuidado le arrimaste la solución otra vez a su boca. —Bébelo y duerme un poco, necesitas descansar y yo también.

Miguel lo entendió que ya era hora que te retirarás, y para él mejor pues no quería sentirse mas avergonzado de lo que ya estaba por su estado. Hizo lo que pediste hasta terminar la solución y se dejo caer por fin en un su sueño profundo. Satisfecha te fuiste por el portal sin demoras apenas mirando a Miguel para asegurarte que estará bien.

—Lyla. Porfavor si ocurre algo ¿Me avisas?—

—Sin problema _____. Estaré al tanto de él hasta que despierte.— te contesto Lyla.

—Gracias. — Fue lo ultimo que dijiste antes de saltar a tu Universo y llegar a casa.

...

Habian  pasado tres semanas y desde entonces  no sabias nada de él desde el dia que lo encontraste borracho y hasta parece que te evitaba. Intentaste llamarlo pero Lyla aparecio diciendo "Por el momento está ocupado te notificaré cuando esté disponible, pero tranquila esta mejor"

Que angustia.

Sentías una pequeña opresión en el pecho, desconocías totalmente si él habría decidido no convivir más contigo por lo avergonzado que se haya sentido en un momento muy intimo y poco inusual. Sabías que él quería dar una imagen de poder, de fuerza, union y responsabilidad ante la sociedad arácnida y pues entendías si ya no habría más pan ni cafe que disfrutar en las mañanas... Sin Miguel.