Doggy y Bunny son otro tipo de Infectados, cuando Doggy y Player van a salvar a Bunny se empezo a formar un lazo de amistad
Un accidente hizo que estos dos no se vieran por un tiempo
Doggy estuvo en una mentira y Bunny tenia nuevos amigos, compañero...
Bunny se quedó paralizada, con el cuchillo en su mano, pero sin poder llevar a cabo su intención. Algo dentro de ella la detuvo, una voz que le susurraba que no era la solución.
De repente, la habitación comenzó a girar a su alrededor y Bunny se sintió mareada. El cuchillo se le cayó de la mano y ella se desplomó en el suelo, exhausta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El grupo de la T.S.P. se encontraba sumido en una atmósfera de tensión y miedo. Katie, con la mirada desenfocada y la motosierra aún apagada en sus manos, parecía haber perdido todo control. Su rostro estaba desfigurado por una mezcla de rabia y desesperación.
Kitty, con la voz temblorosa, intentó calmar a su amiga. -¡K-Katie! Por favor, tranquilízate...- Se tapó la cara con las manos y agachó la cabeza, como si esperara un impacto. No podía soportar la idea de enfrentarse a su amiga.
Pandy se puso en posición defensiva, lista para protegerse si fuera necesario. Baren hizo lo mismo, sacando un bate de quién sabe dónde y sosteniéndolo con firmeza. Filip, por su parte, se quedó paralizado, sin saber qué hacer ni cómo reaccionar.
Félix, con un movimiento lento y cauteloso, comenzó a retroceder, intentando alejarse de la escena. Y Tigry, con una valentía que sorprendió a todos, se puso enfrente del grupo, listo para enfrentar a Katie si era necesario.
La tensión era palpable. Todos esperaban, con el corazón en la garganta, a ver qué sucedería a continuación.
Tigry dio un paso adelante, su voz firme y autoritaria. -¿Haz enloquecido? ¡Reacciona!- Pero Katie no parecía escuchar. Su mirada se había vuelto glacial, y su voz estaba llena de una amenaza siniestra.
-Ustedes son unos malagradecidos...-, comenzó a decir, su voz subiendo de tono. -Si no se controlan, yo los controlaré...-
Con un movimiento brusco, Katie encendió la motosierra. El ruido ensordecedor llenó el aire, y la vibración del motor hizo que el suelo temblara bajo sus pies.
El grupo se quedó paralizado, con los ojos fijos en Katie y la motosierra que sostenía. La situación se había vuelto crítica, y era claro que Katie estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para imponer su control.
Tigry, sin embargo, no se rindió. Con una mirada firme, dio otro paso adelante, listo para enfrentar a Katie y proteger a sus amigos.
Pandy se adelantó, su voz llena de indignación. -No nos controlarías... ¡Nos asesinarías!- La acusación resonó en el aire, y Katie se puso aún más tensa.
-¡No tengo de otra!- gritó Katie, su voz desgarrada por la emoción. -No hay otra forma...-
Kitty se acercó a Katie, su rostro lleno de tristeza y preocupación. -¿En serio matarías a tus amigos?- preguntó, su voz temblorosa. "¿Qué fue lo que te hicimos?"