𐙚⋆°.ᴅᴏɢɢʏxʙᴜɴɴʏᡣ𐭩𝒶𝓃 𝓊𝓃𝑒𝓍𝓅𝑒𝒸𝓉𝑒𝒹 𝓁𝑜𝓋𝑒𖦹๋࣭⭑[ᵣₒbₗₒₓ ₚᵢggy ₐᵤ]

ᴅᴏɢɢʏ

Me senté en una roca, rodeado de la oscuridad del campamento. Mi mirada se perdió en la distancia, recordando los eventos que me habían llevado hasta aquí.

-Mi nombre es Doggy-, dije en voz baja, como si estuviera hablando conmigo mismo. -Tengo 19 años y he visto cosas que ningún ser humano debería ver.-

Mi mente se remontó a los años que había pasado como policía. -Antes de la infección, era un policía. Me había dedicado a proteger y servir a mi comunidad. Pero todo cambió cuando descubrí lo que estaba sucediendo.-

Mi mirada se volvió intensa, recordando el momento en que descubrí la verdad. -Era un jueves de descanso. Estaba a punto de irme a casa cuando escuché gritos de auxilio. Salí a ver qué estaba pasando y encontré a una señora de vestido naranja atacando a todos.-

Mi voz se volvió más baja y seria. -Me encerré en el garage y esperé a que pasara el peligro. Pero cuando salí, me di cuenta de que todo había cambiado. La ciudad estaba en ruinas y la gente había sido infectada.-

Mi mirada se perdió en la distancia, recordando el momento en que conocí al Jugador. -Y entonces... entonces encontré a alguien más. Alguien que, como yo, había sobrevivido a la infección.-

Mi voz se volvió más baja y reflexiva. -No sé qué pasará con nosotros. No sé si podremos sobrevivir en este mundo nuevo y peligroso. Pero sé que tengo que seguir adelante. Por mí mismo, y por la esperanza de encontrar un futuro mejor.-

-¡Jugador!!- grité, aliviado de ver que había sobrevivido.

-¡Doggy!!- respondió el Jugador, sonriendo.

-Sobreviviste-, dije, sintiendo un alivio enorme.

-Bueno, ¿qué esperas?- preguntó el Jugador, mirando el auto. -¡Enciende el auto!-

-Mmmm... es que no tiene gasolina-, respondí, mirando el tanque de gasolina vacío.

El Jugador se rió y dijo: -¡Oh rayos!... Un momento, creo que encontré gasolina-. Tomó un bote de gasolina y me lo dio.

-Bueno, ya está-, dije, sonriendo. -Vamos-.

-Ok, porque ya viene una infectada-, dijo el Jugador, mirando hacia la distancia.

Nos subimos al auto y salimos de allí lo más rápido posible. Mientras conducíamos, noté que el auto empezaba a detenerse.

-Oye, creo que ya se acabó la gasolina-, dije, mirando el tanque de gasolina.

El Jugador no respondió. En su lugar, miró hacia la distancia

El auto se detuvo frente a la galería. Nos bajamos y entramos en la galería, listos para enfrentar lo que viniera.

Mientras el Jugador buscaba algo, yo vigilaba el área con suma atención. La galería estaba en silencio, solo interrumpido por el sonido de nuestros pasos y la respiración pesada del Jugador. De repente, un infectado entró en la galería, su mirada vacía y su movimiento torpe. No tenía opción, así que tomé un hueso de uno de los esqueletos de dinosaurio que había allí y lo utilicé para atacar al infectado.

La fuerza del impacto me hizo retroceder un paso, pero el infectado cayó al suelo, noqueado. Me di cuenta de que los infectados no mueren, solo son noqueados. Era algo que debíamos tener en cuenta para sobrevivir en este mundo hostil.

De pronto, el Jugador me llamó, su voz baja y urgente. -¡Doggy, ven!-. Me dirigí hacia él, mi corazón latiendo con anticipación. Vi que ya tenía la llave de salida en la mano. La puso en la cerradura y la giró. La puerta se abrió y salimos de la galería, dejando atrás la oscuridad y el peligro.

Mientras caminábamos, el Jugador y yo recordamos el arresto que habíamos pasado hacía tiempo. La memoria de aquel día aún me dolía, pero habíamos sobrevivido y seguíamos adelante. El Jugador me miró, su expresión seria. -No podemos quedarnos aquí- , dijo. -Necesitamos encontrar un lugar seguro-.

Asentí con la cabeza, sabiendo que tenía razón. Nos dirigimos a Forest, un lugar que habíamos descubierto hacía algunas semanas. Era un lugar relativamente seguro, rodeado de árboles y con una fuente de agua cercana. Habíamos estado allí casi 4 semanas y no habíamos visto infectados. Era un lugar donde podríamos descansar y recuperarnos, al menos por un tiempo.