Doggy y Bunny son otro tipo de Infectados, cuando Doggy y Player van a salvar a Bunny se empezo a formar un lazo de amistad
Un accidente hizo que estos dos no se vieran por un tiempo
Doggy estuvo en una mentira y Bunny tenia nuevos amigos, compañero...
Doggy entró al pasillo, su corazón latiendo con ansiedad mientras buscaba a Bunny por el lugar. Las celdas a su alrededor estaban vacías, sus puertas de metal cerradas y silenciosas. Pero entonces, su mirada se posó en una celda que no estaba vacía. Allí, sentada en el suelo, estaba Bunny.
Pero algo no estaba bien. Bunny parecía estar herida, su pelaje desordenado y su mirada débil. Doggy se sintió un golpe en el pecho al ver a su amiga en ese estado.
Pero no era solo Bunny quien estaba en la celda. Había alguien más, alguien que Doggy no había visto antes. Doggy se escondió rápidamente detrás de una columna.
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Mientras tanto, en la celda, Katie, una de los aliadas de Willow, se levantó rápidamente al oír el sonido de la puerta del pasillo abriéndose. Su mirada se dirigió hacia la puerta de la celda, y su mano se movió hacia el cinturón, donde llevaba una pequeña pistola de tranquilizantes.
Al ver que la puerta del pasillo se había abierto, Katie se puso en alerta, lista para defenderse y proteger a su prisionera. Su mirada se fijó en la sombra que se escondía detrás de la columna, y su dedo se movió hacia el gatillo de su pistola.
Katie apretó el gatillo y disparó la pistola de tranquilizantes, pero Doggy fue demasiado rápido. Saltó hacia un lado y esquivó el dardo, que se clavó en la pared con un sonido sordo.
Doggy se lanzó contra Katie, su furia y preocupación por Bunny haciéndolo actuar sin pensar. -¿Qué le has hecho a Bunny?-, gritó, mientras agarraba a Katie por los hombros y la sacudía.
Bunny, que había estado sentada en el suelo, se levantó de repente, su mirada fija en Doggy y Katie. Se sentía emocionada y confundida al mismo tiempo, sin entender qué estaba pasando.
-Doggy...-, dijo, su voz débil y temblorosa. -¿Qué... qué estás haciendo aquí? ¿Cómo me encontraste-
Katie, que había sido agarrada por Doggy, sonrió con malicia. -No te preocupes, Bunny-, dijo. -Doggy pronto se unirá a ti en esta celda-.
La puerta de pasillo se abrió de golpe y Baren entró con un gruñido, sus ojos fijos en Doggy con una mirada de furia. Había despertado del trance que Doggy le había ocasionado en su ataque anterior, y estaba dispuesto a ayudar a su compañera Katie.
-¡Tú!-, gritó Baren, señalando a Doggy con un dedo acusador. -¡Tú eres el que me ataco!-
Katie sonrió al ver a Baren, y se liberó de la presa de Doggy.
Bunny, que había estado observando la escena con horror, se lanzó hacia adelante, intentando intervenir. -¡No! ¡Dejenlo!-, gritó, pero su voz fue ahogada por el ruido de la lucha.
Doggy, rodeado por Baren y Katie, se preparó para defenderse, sabiendo que la situación estaba empeorando rápidamente.
Baren y Katie se lanzaron contra Doggy, intentando derribarlo con sus golpes y patadas. Pero Doggy, con su agilidad y reflejos rápidos, se defendió con éxito, esquivando y bloqueando los ataques de sus oponentes.