Capítulo 5: Kaoru

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Había ya pasado una semana y media desde el incidente en las aguas termales. Saitou-san se siente mucho mejor y ya es capaz de realizar las cosas que hacia habitualmente. No se ha sabido nada de los Oni y Kazama... En cuanto a mi... Ya estoy superando la vergüenza que sufrí aquel día.

- Oye Hajime-kun... ¿Has tenido contacto con los superiores? - dijo Okita-san.

- No... Te lo habría dicho de ser así... - dijo Saitou-san molesto.

- Ya no aguanto, ¿¡hasta cuándo tendremos que estar aquí!? ¿¡Estas seguro de que podremos algún día volver a contactarlos!? - dijo Okita-san.

- Saitou-san... - Interrumpí. - ¿Cómo se comunican con los superiores? -

- Por medio de nuestra mente percibimos lo que nos quieren comunicar y pensamos lo que queremos decir. Pero, últimamente estoy siendo distorsionado... No recibo respuestas de los superiores... - dijo Saitou-san.

- ¿Okita-san no puede comunicarse con ellos también? - pregunté.

- Hitomi-chan, esta es una virtud que nos prestan los superiores exclusivamente para estas misiones. Souji y yo hemos sido un equipo durante muchos años y siempre me han dado esta virtud a mí, supongo que porque soy más maduro y dispuesto al diálogo que aquel tipo. - contestó Saitou-san burlándose de Okita-san.

- Cuidado con lo que dices, te lo dan a ti porque eres alguien fácil de lidiar. - dijo Okita-san en tono desafiante.

- ¡Bueno! Y... ¿Qué haremos ahora? - pregunté cortando la discusión.

- Mmm... Hitomi-chan, tendrás que seguir faltando a clases, es peligroso que alguien del clan Oni te descubra y sepan quienes son tus influencias. - contestó Saitou-san.

- ¿Y qué esperas que hagamos en todo este tiempo? ¡No podemos quedarnos aquí esperando a que tu cabezota agarre señal! ¡Para eso Hitomi y yo ya estaremos muertos! - contestó ferozmente Okita-san.

- Okita-san, por favor, tranquilo, no seas negativo... Te aseguro que Saitou-san podrá comunicarse con los superiores mas pronto de lo que crees... - le dije tratando de tranquilizarlo y hasta convencerme a mí misma de eso.

- No lo entiendes Hitomi... ¡si en realidad quisieran comunicarse con nosotros y les importáramos ya hubiera mandado ayuda o a alguien para rescatarnos! Crees saberlo todo, ¡pero en realidad no es así! - dijo Okita-san gritando furiosamente.

- ¡YA BASTA! - grité llorando, dándole una cachetada a Okita-san. - ¡YA BASTA! - le volví a decir. - ¿¡TU CREES QUE NO ES DIFÍCIL PARA MI AFRONTAR TODO ESTO!? ¿¡QUE DOS EXTRAÑOS LLEGUEN A MI VIDA TRATANDO DE CONVENCERME EN QUE SOY ALGUIEN TOTALMENTE DIFERENTE A LA QUE CREÍA SER!? ¿¡SER PERSEGUIDA POR LOS ONI!? Y ¿¡SALEN CON QUE MIS PAPAS NO ERAN HUMANOS!? ¿¡QUE NO PERTENEZCO A ESTE MUNDO!? ¿¡NO PODER VOLVER A MI CASA!? ¿¡TU CREES QUE NO ES DIFÍCIL AFRONTAR TODO ESO!? ¡ESTOY CANSADA DE USTEDES! - grité y salí corriendo del departamento llorando.

Estaba cansada de todo... Simplemente no aguantaba más, ¿qué iba a ser de mi?
Corrí lo más lejos posible del departamento con las manos en mis ojos tratando de secar mis lágrimas. Y de pronto, choqué con alguien.

- ¿Oh? ¡Lo siento mucho! - dije apenada, tratando de esconder de él mi rostro lleno de lágrimas.

- ¿Mmm? Jajaja, no te preocupes, estoy bien. - dijo. - ¿Por qué llorabas? Si se puede saber... - preguntó secándome las lágrimas con las mangas de su sudadera. Lo miré de cerca, era un muchacho de ojos morados, cabello negro y tez blanca... ¡Al igual que yo! ¿Coincidencia? No tenía idea... Debo admitir que era un muchacho apuesto. - No es nada... Realmente lo lamento... - dije apenada.

- No hace falta... Pero... si realmente lo lamentas, ¿que tal si me invitas un café y vamos a caminar algún otro día? así podríamos conocernos... - dijo en un tono dulce.

- Mmm - Asintí. - ¡Intercambiemos números celulares! Así podrás llamarme para cuando tengas tiempo. - dije.

Luego de que nos pasáramos nuestros números nos despedimos.

- ¡Heeeeeey! ¡Esperaaaaaa! ¡No sé tu nombre! - le pregunte gritando, tratando de alcanzarlo.

- ¡Soy Kaoru! - dijo, mostrando a la luz una sonrisa grande y desapareciendo entre la multitud de gente.

- K-Kaoru... Arigato. - dije en voz baja.

- ¿Con quién hablas? Loca... - dijo Okita-san quien apareció detrás de mi.

- ¿Qué quieres? - le pregunté avergonzada y un tanto molesta.

- Bueno... En realidad... Quería... Disculparme. No he tomado en cuenta por lo mucho que has pasado Hitomi, apuesto a que debe de ser realmente difícil para ti lidiar con todo esto... y con nosotros. - dijo Okita-san, con la vista volteando a otro lado menos a mis ojos y un poco sonrojado.

- ¿Quién eres y qué hiciste con Okita-san? - le dije sarcásticamente.

- Déjame ¿quieres? Hajime-kun me obligó a disculparme contigo y a traerte de regreso, así que no lo hagas difícil. - dijo elevando un poco la voz.

- Jajaja. - Me reí.

- En serio lo lamento. - dijo Okita-san dándome un beso en la frente.

- ¡Waaaaaaaaa! ¿¡Qué rayos crees que haces!? - dije gritando.

- Jajaja, ahora soy yo el que ríe, deberías de verte, ¡estas roja como un tomate! - dijo Okita-san burlándose de mi.

Me sentía avergonzada, muy muy avergonzada, no sabia que decir o hacer...

- Vamos a casa. - me susurró Okita-san en la oreja, tomando mi mano.

- Mmm. - Asintí, un poco molesta y avergonzada.

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