Capítulo 26: Celos

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Kaoru corría hacia mi con su katana. Yo lo esquivaba. No tenía arma alguna y él tenía ventaja en cuanto a los poderes, él sabía usarlos y manipularlos, mientras que los míos solo los usaba por suerte supongo.
Era rápido. No voy a poder esquivarlo por mucho más tiempo.

- No pretendo hacerte daño, Kaoru. - le dije tratando de tranquilizarlo y esquivando sus ataques.

- ¿A, no? Entonces ¿qué es lo que tratas de hacer? - preguntó aún tratando de atacarme.

- Kaoru, tu, has sido engañado por Madame Kameko. - le dije tratando de convencerlo.

- ¿Engañado? - preguntó riéndose. - ¿De qué hablas, Hitomi? - me preguntó parando de atacar.

- Sí Kaoru. Tú... Has vivido una mentira todo este tiempo. - le dije en tono tranquilo estaba a unos 2 metros de él. - Kaoru, ella... Te secuestró cuando naciste porque pensó que tu eras el de la profecía, sin embargo se equivocó pero decidió criarte, pero no con buenas intenciones. Cuando se enteró de mi, quería utilizarte a ti para asesinarme... Nuestros padres... Ellos te amaron, en verdad. Por favor, Kaoru... Ella... Solo te está utilizando... - le dije alzando mi mano hacia él para que me diera la suya.

- ¿Qué tonterías hablas? JAJAJAJAJAJA. - preguntó burlándose de lo que acababa de decir.

- Kaoru... - susurré, acercándome a él.

- Eres una traidora, una mentirosa, Hitomi, pero estuvo muy bien actuado... Me hiciste reír. Ahora despídete, que te mataré. - dijo apuntándome con su katana.

- Kaoru... Esa es la verdad ¡créeme! ¿Que debo de hacer para que me creas? ¡Por favor! - le pregunté.

- Déjame asesinarte... - dijo corriendo hacia mi a punto de enterrarme su katana.

- Perdón Kaoru... - susurré bajando mi cabeza.

La katana de Kaoru, al momento de llegar a mi estómago, no fue enterrada, un rayo de mis poderes lo electrocutó he hizo que saliera volando dejando a Kaoru sin arma. Él se sorprendió, contemplaba como su katana salía volando, mientras que yo rápidamente me le acerqué y lo abracé.

- Kaoru, por favor, perdóname. - le dije abrazándolo y empezando a llorar.

- Hitomi... - susurró sorprendido. - ¡Apártate! - me gritó.

Kaoru me empujó, cargó el cadáver de Kotaro y dio un gran salto a uno de los techos de las casas y se fue.

- Kaoru... - susurré, viendo como se alejaba.

No me acordaba que Okita-san se encontraba tirado en el piso, desangrándose por protegerme.

- ¡Okita-san! - le grité, corriendo hacia él y arrodillándome para verlo.

Estaba desmayado, había mucha sangre derramada en el suelo, no sabía que hacer, ¿por qué no se regenera rápidamente? ¿Qué le pasa? Que alguien me ayude... Por favor... Empecé a llorar, mi cuerpo se entumeció, no podía moverme, mis manos temblaban...

- ¡Hitomi-chan! - gritó Saitou-san a lo lejos acercándose a nosotros.

- ¡Saitou-san! - le grité aún llorando. - Él... Okita-san está... - dije tratando de hablar.

- ¡Llevémoslo al departamento! - dijo Saitou-san cargándolo. - ¿Tu te encuentras bien? ¿Estás herida? - preguntó preocupado.

- No... No... Solo es él... - le dije, secándome las lágrimas y tratando de ponerme de pie. Mi cabello y ojos habían vuelto a cambiar de color a la normalidad cuando Kaoru se fue. Y también los poderes de Okita-san desaparecieron cuando se tiró al piso inconsciente.

Ambos nos fuimos rápidamente al departamento con Okita-san inconsciente. Saitou-san lo recostó en el sofá y fue por una toalla y algo para tratarle las heridas. Yo desabrochaba los botones de su camiseta y, en eso, él me agarró la muñeca fuertemente. Me asusté y sorprendí inmediatamente.

- Hitomi-chan... ¿Estás bien? - preguntó en voz baja mirándome a los ojos con mucha dificultad, se le dificultaba hablar.

- Sí... Estoy bien... - le respondí.

- Que bien... Eso... es bueno... - dijo soltándome y volviendo a quedar inconsciente.

- ¡Okita-san! ¡Okita-san! - le grité, tratando de que volviera a despertar, pero era inútil.

Saitou-san vino y empezó a tratarle la herida mientras que yo le ayudaba. Al acabar lo cargó a su habitación recostándolo en su cama. Lo estuvimos cuidando toda la noche, revisando que despertara o algo... Pero no... No volvió a despertar.
Al día siguiente Saitou-san salió de la habitación para por vendas para cambiárselas a Okita-san. Yo me quedé allí, arrodillada con mis brazos sobre la cama y cabeza bajada. En eso, alguien empezó a acariciar mi cabeza. Levanté mi cabeza y era Okita-san, se encontraba bien. Me tomó de la mano he hizo que me acostara con él quedando atrapada en sus brazos.

- ¡O-Okita-san! ¿¡Qué haces!? - le dije tratando de apartarme.

- Estaba siguiéndote... - susurró aún abrazándome. - No confiaba en él, así que siempre te seguí y luego llegaba un poco antes al departamento por la puerta trasera para que nunca te dieras cuenta. - me dijo.

- ¿P-Por qué? - le pregunté sonrojada.

- Estaba celoso... Supongo... Que te la pasaras más tiempo con ese debí lucho que conmigo.

- ¿O-Okita-san? - dije un poco sonrojada y nerviosa.

- Tu eres mía... Eres mi novia... - me dije abrazándome más fuerte.

- ¿Tu n-novia? - pregunté roja como un tomate y titubeando.

- Nunca vuelvas a hacerme algo así... O te mataré... - dijo Okita-san sellando sus palabras dándome un beso en los labios.

Yo no me la creía, ¿su novia? ¿Yo? Ja... Claro... Creo que sigue dormido.

- ¡Quítate! - le grité apartándolo de mi y corriendo fuera de su habitación.

- ¿Hitomi-chan? ¿A dónde vas? - preguntó Saitou-san sorprendido en la entrada del cuarto. - ¡Oh! Souji, ya despertaste. - dijo entrando a la habitación.

- Mmm. - asintió.

Yo corrí a mi cuarto y me encerré. Me tiré en el piso analizando lo sucedido. Ese idiota... Sorprendiéndome así... Me las pagará... Algún día...

***
- Díganme ¿qué fue lo que ocurrió ayer? Solo vi a Souji tirado en el piso desangrándose y tu, Hitomi, eras incapaz de moverte. - preguntó Saitou-san sentado con nosotros en la sala.

- Yo... Fui a comer con Nona-chan y Kotaro-kun, luego de eso, Nona se tuvo que ir y Kotaro decidió acompañarme como siempre... Pero esta vez... Tomamos un "atajo" al departamento, ahí fue donde... Apareció Kaoru, y Kotaro dijo que trabajaba para él. Entonces Kaoru empezó a estrangularme y ahí apareció Okita-san, lo golpeó haciéndolo chocar contra la pared y dejándome a mi respirar. Okita-san y yo despertamos nuestros poderes... Empezamos a pelear, él con Kaoru, yo con Kotaro... De alguna forma sentí que... Podía manipular un poco mis acciones... Pero... Kotaro corrió hacia mi, a punto de enterrarme su katana y Okita-san... Me protegió... Poniéndose él frente a mi recibiendo el daño. Cayó al piso, desangrándose... Yo... No pude controlarme... Estaba enojada... No podía controlar la mitad de mi cuerpo, no pensaba por mi misma en ese momento... Maté a Kotaro... Me controlé un poco y traté de explicarle a Kaoru lo que me dijo la anciana hechicera, sin embargo, no me creyó... De alguna manera... Lo abracé pero eso solo ocasionó que se enojara más y se fue tomando el cuerpo de Kotaro... - le expliqué a Saitou-san un poco deprimida.

HitomiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora