Secret Romance | Drarry

- 09.

Suspiro y camino por el gran pasillo que llevaba a su oficina. La muerte de los Drunk había sido más que dolorosa, había pasado ya una semana desde el funeral y las cosas comenzaban a volver a su ritmo normal.

Molly Weasley estaba más que desolada se le había ido su niña hermosa, sentía todo irse en picada, se suponía que los hijos tendrían que despedir a los padres al morir no al revés.

Arthur Weasley había regresado a su trabajo de medio tiempo atendiendo junto a su hijo “Sortilegios Weasley” aunque no era lo mismo el volver a casa y no encontrar a su hija Ginny bromeando con Molly mientras la última hacia la comida.

Los demás hermanos Weasley comenzaban a volver a la normalidad, Percy volvió al trabajo rápidamente, le había dolido la perdida pero no podía estancarse, menos si tenía una pequeña niña por la cual luchar. Bill y Fleur habían volvido al campo a los pocos días, su hija estaba aún pequeña como para tenerla en ese ambiente.

Por su parte Charlie Weasley había vuelto a Rumania, el trabajo no le permitía quedarse mucho más tiempo, además su pareja le esperaba. George y su esposa habían decidido mudarse a la madriguera para hacerle un poco de compañía a Molly quien seguro era la más afectada en todo esto.

Ronald trataba de ir de visita cada que salía del trabajo a tan solo darle una vuelta a mamá y preguntar cómo iba. Hermione le había dicho que los fines de semana le visitarían.

Draco y él habían estado pensando en mudarse juntos solo para no separar a los dos hermanos pero aún no se decidían si en la casa de Harry o en la mansión Malfoy.

—¿Que harán? — pregunta Ronald abriendo la puerta

—Aun no sabemos, pero estamos decidiendo si mudarnos juntos para no separar a Liam y a Albus, aunque diviviriamos nuestros tiempos para llevar a ambos a la madriguera — comento Harry

Ron asintió, este asunto era demasiado confuso y doloroso, por una parte quería que tanto Albus como Liam se quedarán donde su madre pero sabía que ella ya no podría con ambos bebés y no estaba bien cargarle a Albus mucho menos ahora.

Suspiro cansado, tenía también la próxima misión y no sabía si seguir adelante o simplemente deslindar de ella, tenía problemas con Hermione, no se concentraba en el trabajo y muy poco hablaban.

—¿Pasa algo, Ron? — pregunta Harry dejando los papeles en la mesa, el de cabellos rojos con tonalidades naranjas asintió.

—Desde la muerte de Ginny, mi matrimonio con Hermione se ha visto demasiado afectado, ella simplemente no me habla y si lo hace es para regañarme, incluso Rose está teniendo más problemas al dormir. — comento —Yo no quiero dudar pero me han llegado rumores de que ella tiene a alguien más —

—¿Cómo así? Desde que tomo el cargo de ministra ni siquiera sale de la oficina — recuerda Potter quitándose los lentes

—Lo se, lo sé, también se que tenemos una niña pero eso no nos asegura nada. Sinceramente si es así no la culpo, ella básicamente me estaba haciendo el favor tiene derecho de seguir su vida — soltó Ron levantándose de la silla —En fin, hermano hablamos luego —

Ronald salió de la oficina dejando con más dudas y problemas a Harry, quien solo atino a recostarse en la mesa. No había dormido bien, Albus se puso de llorón en la madrugada y eso le había causado problemas. No se calmaba hasta que sentía la magia de Harry cerca de él.

—Señor Potter, disculpe por interrumpir su sueño pero el señor Malfoy con unos bebes está aquí — dijo Pablo entrando a la oficina

—Diles que pase —

Segundos después un ajetreado Draco entro con un pequeño columpio doble de mano, en el iba Scorpius y Albus dormido mientras que en la mano derecha cargaba al pequeño Liam. La pañalera estaba en su hombro.

—Maldito Potter — soltó Draco enojado mientras dejaba cuidadosamente el doble columpio en el suelo.

—Perdoname lo olvide —

—¿Lo olvidaste? ¡Tenías que pasar por Albus a las 11 para ir a dejarlo a la madriguera! — le gritó enojado —Son las malditas doce ya perdí la cita —

—¿Que cita? No me mencionaste ninguna cita — paro Harry ayudándole con Liam

—Salazar Morías llegó hace unos días a la ciudad, me pidió que saliera con él hoy a las doce — explicó rápidamente

—Uh

—Si ahora toma una chimenea y deja a Albus en la madriguera recuerda que le dijimos a Molly que llevariamos a su nieto — recordó Draco despertando suavemente al niño

—Si

—Rapido Harry que además tengo que ir a la oficina de Inefables — apresuró para que Harry tomara ya pasó

—No me grites, Malfoy. —

—Ni siquiera lo estoy haciendo —

Harry lo ignoro y abrió la red para poder ir a dejar a Albus. Las llamas comenzaron, no sabía cómo o por que pero realmente le había causado un malestar en el estómago el que Draco le mencionara a Salazar.

Le pasó a Liam a Draco y tomo a Albus quien ya estaba despierto aunque un poco modorro.

—Bien amor iremos con abuela Molly y tío George — aviso Potter al bebé haciéndole cariños.

No le digo nada a Draco y rápidamente entro a la Red para llegar a la madriguera.
Limpio las cenizas en los hombros de Albus y ahora sí agarro camino hasta la cocina donde seguro estaba Molly.

—Molly, hola — saludo

—Harry cariño — devolvió el saludo —Oh ya trajiste al pequeño Albus —

Molly abrió los brazos esperando un abrazo de ambos chicos, Potter la abrazo suavemente como aquella vez en la casa de Sirius donde recibió el abrazo más maternal que jamás había sentido.

La Weasley trato de no derrumbarse por el cálido abrazo pero le fue imposible, derramó algunas lágrimas.

—Demonios — hablo limpiándose las lágrimas —¿Regresarás a trabajar? —

—Si, solo vengo a dejarte a Albus. Tengo que volver, de hecho deje a Liam,Scorpius y a Draco en mi oficina —

Molly tomo al pequeño Albus y empujó un poco a Harry para que volviera a trabajar.

—Andale y dile a Draco que venga a cenar. Haré albóndigas — ordenó mientras empujaba al antiguo Gryffindor.

—le diré — respondió entrando a la chimenea

Regreso a la oficina donde seguía Draco sentado.

—¿Viajaras a Estados Unidos? — pregunto apenas Harry llegó

—Si

—¿Por qué no me habías dicho? —

—No había razón para decirte —

—Creí que éramos amigos — dijo Draco

—Pero eso no significa contarte todo lo que haré, es trabajo, no jodas Draco.

El lugar se quedó en silencio por lo antes dicho. Draco solo lo miro una última vez y se levantó de dónde estaba, coloco al pequeño Liam en el columpio al lado de Scorpius y acomodo la pañalera.

Salió de ahí sin decir nada más, dando un portazo que asustó a Pablo quien estaba esperando y escuchando la conversación.

Una nueva noticia estaba en puerta.