- 05.

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El sábado había llegado relativamente rápido, tan rápido que Harry ni siquiera se había dado cuenta. Se acomodo la sudadera gris que llevaría en el mundo muggle y peino un poco el nido de pájaros que llevaba por cabello.

Se rindo cuando vio que no se podría controlar el cabello, se encamino a la cama donde un Teddy de apenas cinco años se encontraba sentado jugando con la varita de Potter.

Lo ayudo a bajar de la cama y caminaron hasta la planta baja donde seguro Draco llegaría y así fue, apenas a unos minutos de llegar la puerta sonó bajamente, Harry trato de peinarse un poco y abrió, era Malfoy junto al tierno Scorpius quien mantenía una mirada perdida.

—Potter no soy quien pero que yo sepa no le puedes dejar una varita a un mocoso de cinco años — dice Draco sin ni siquiera saludar entrando con Scorpius en brazos —Ademas ¿Por qué se parece a ti? —

—Cierto olvide, Teddy dame la varita — dijo Harry mirando al niño quien negó y comenzó a correr por la casa, aunque no le duró mucho pues Potter lo alcanzó y le quitó la varita entre risas. —Mira Teddy, él es Draco Malfoy y este bebé es Scorpius Malfoy —

—Opius — dijo Teddy sin poder mencionar bien el nombre del heredero de los Malfoy.

—Hola Teddy, soy Draco y soy primo de tu mami — menciono Draco haciendo que los ojitos del pequeño Lupín se iluminarán al oír la mención de su madre, ofreció sus brazos para que Draco lo cargará.

—No, Teddy. Draco tiene a Scorpius — suspiro Harry negando.

—Potter, baja a Teddy — Harry obedeció —Toma a mi bebé —le paso a Scorpius —Y yo cargo a Teddy —

El pequeño Lupín se carcajeo mientras según él comenzaba a hablar con Draco, aunque en realidad solo se escuchaban palabras sin sentido puesto que se “comia” letras.

Los cuatro salieron de la casa y fueron al punto de aparición, no fueron más de cinco minutos cuando ya se encontraban en un callejón del Londres muggle, Harry limpio un poco de la tierra que había caído en su hombro y reviso que los cuatro estuvieran bien.

Scorpius por su parte se había despertado apenas habían caído en el callejón, no lloro pero si se desoriento al no ver cerca a su padre si embargo se calmó cuando vio al chico de cabellos negros que siempre estaba jugando con Papá.

Teddy en cambio estaba aferrado al cuerpo del Malfoy pues en sus cortos cinco años de vida solo se había aparecido tres veces y dos de ellas ni siquiera las recordaba. Un tanto mareado y con ganas de vomitar se recostó en el hombro del hombre Rubio.

Draco sin embargo mantenía una postura sería, se había aparecido demasiadas veces que había perdido la cuenta aunque hablando sinceramente se seguía sintiendo igual, de la patada.

—Bien, ¿Están todos en buen estado? — pregunto Harry acomodándose las gafas que se habían salido un poco de su sitio.

Teddy asintió aunque realmente no capto bien a qué era lo que se refería su papá. Scorpius, él simplemente estaba admirando al hombre de cabellos negros y Draco fue el único que dijo un rotundo si.

Harry asintió y los guio por el camino a la salida de aquel basurero, perdón callejón. Caminaron por lo que parecieron algunos minutos hasta que llegaron a un restaurante muggle donde se detuvieron para comer un poco.

Tomaron una mesa cerca de la ventana y esperaron a que al mesero o mesera, Teddy se mantenía sorprendido nunca había ido a un restaurante muggle, era simplemente sorprendente, aquí no volaban las sillas, tampoco venían los platos levitando hacia ti y pareciera que el chef no era un elfo gruñón. Definitivamente aquí era Hermoso.

—Buenos días soy Itzel estoy aquí para atenderles, les dejo el menú para que puedan elegir, al finalizar pueden tocar está campanilla y vendré hasta ustedes — declaro la mesera sonriéndole al pequeño Scorpius quien sonrió también ante el conocer personas nuevas.

Una vez que la mesera se fue Harry comenzó a elegir y dar platillos al azar, sin embargo se extraño cuando Draco no mencionaba nada.

—¿Algún problema? — pregunto suavemente viendo que Draco se mantenía solo viendo el menú.

—¿Que es eso? — pregunto señalando el menú.

—El menú, ahí lees los platillos, seleccionas el que más te guste y después llamas a la mesera para que te traiga el platillo. — explica Harry suavemente —¿Quieres que pida por ti? —

Malfoy asintió y mejor comenzó a jugar con Scorpius mientras ponía su mirada de vez en cuando a Teddy que seguía igual de sorprendido, ademas por la belleza de la mesera quien parecía ser amable.

Un sonido de campanilla se escuchó, señal de que el nido de pájaros ya había elegido que comerían, la mesera se acercó segundos después con una sonrisa y una libretita en la mano al igual que una pluma.

—¿Que desea ordenar? — pregunto suavemente

—El platillo número cinco para mí, el dos para mi hijo  — respondió Harry mirando distraídamente el menú.

—¿Y para su esposo? — la mesera pregunto apuntando los platillos antes mencionados.

Harry y Draco enrojecieron.
Teddy se carcajeo y Scorpius sin comprender soltó una risita.

—Lo mismo — respondió Draco.

La mesera asintió, le dio otra sonrisa pero ahora a Teddy quien se quedó embobado con la muchacha.
Una vez que la mesera se fue Teddy seguía mirándola.

—Ella es bonita — dijo claramente el niño de cinco años viéndola aún como la muchacha entraba a la cocina.

Draco y Harry se vieron por un momento y luego a Teddy quien parecía embobado.

—Si, es bonita — concuerda Draco mientras sacaba la papilla para Scorpius. —Dile a tu padrino que se case con ella —

—No, mejor me caso yo con ella — respondió Teddy y Harry sonrió por lo dicho, diablos, tenía cinco años ni siquiera podía hablar bien pero ya se quería casar.

Esperaron algunos minutos más hasta que la muchacha volvió ya con los platillos, traía dos en mano y un chico venía detrás de ella con el otro.
Primero coloco el platillo de Harry, luego el de Draco y por último el de Teddy.

—Gacias — agradeció Teddy sonriéndole con un brillitos en los ojos.

—De nada humanito, si necesitan algo más solo llámenme — ofreció la mesera sonriéndoles y caminando de ahí hasta la cocina.

Se pusieron a comer mientras se reían de uno que otro comentario que soltaba Harry.
Parecían una familia y en el fondo querían serlo.

Secret Romance |  DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora