Enamorado de una Pintura |Blairon|

𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒱𝐼𝐼

Blaise fingia escuchar a McGonagall mientras esta hablaba de lo que debían hacer en su próximo trabajo y, ¡sorpresa! Era más interrogación.

Pero por lo que escuchaba, no le estaba yendo mal, incluso podía descansar un rato de eso. Otras personas la estaban pasando muy mal con sus pinturas, algunos chicos solo habían logrado conseguir un párrafo de tres líneas sobre su pintura.

Al parecer, Ron, comparado con otras pinturas, era muy lindo y dulce. Escuchó que una chica de Hufflepuff se puso a llorar por cómo una pintura la había tratado... Y el hecho de que fuera una pintura era gracioso.

¿Cómo una pintura te podía hacer llorar? Que idiotas.

Aunque, regresando al tema principal, podía descansar, podía simplemente no hacer nada con toda la información que ya tenía. Seguramente al final solo tendría que hacer unas tres preguntas que le serían asignadas por parte de la profesora y ya estaba.

Algo que no haría.

Nunca había sido fan de no hacer nada, siempre le gustaba hacer algo. Si ya había terminado su tarea, iba a leer algo, practicaba Quidditch, o iba a molestar a algunas personas, pero jamás se quedaba sin hacer nada.

Despertaba a las 5 AM, se acostaba a las 8 PM sin importar si había terminado sus cosas y siempre le iba bien en clase. Siempre era mejor estudiar cuando tenías la energía al máximo y no dejarlo al último momento para que igualmente se te olvide a la mañana siguiente.

Esa vez iría a la clase de arte, al parecer había una.

Una chica de Ravenclaw fue muy amable de meterse en su conversación y estar escuchando para luego decirle que había una clase de arte en la cual podía hacer lo que quisiera solo si no molestaba al fantasma que estaba ahí.

Odiaba a las personas que se metían en conversaciones ajenas, pero esta vez fue útil, así que intentó no molestarse tanto con ella e insultarla poco.

Al llegar a la clase no se esperaba que esta estuviera tan limpia e iluminada como lo estaba. Creía que iba a haber una pila de polvo cada metro, pero estaba limpia, sorprendentemente limpia.

Había todos los materiales necesarios para intentar crear algo de comida para Ron. El problema es que no sabía con que material estaba hecho, y tenía que ser el mismo para que este funcionara, de otro modo la pintura de Ron podría echarse a perder.

Mierda. Ahora tendría que caminar por todo el castillo para preguntarle.

Blaise tomó sus cosas y se dirigió con Ron.

—Buenas tardes, Ron — Habló el pelinegro intentando buscar al chico por algún lado, después de unos segundos lo pudo encontrar entre unos arbustos que se encontraban al fondo.

Ron bajó rápidamente la montaña y corrió hacia Blaise —¡Buenas tardes! No creí que nos veríamos tan rápido, a penas fue ayer que viniste a hablarme — Ron le sonreía, ignorando por completo que su sombrero se le había caído mientras corría.

Pudo ver cómo su cabellera rojiza era mucho más desordenada de lo que creía, también un poco larga, el sombrero siempre lo tapaba y por lo que veía Ron se agarraba el pelo para arriba con una cinta.

—¿Qué hacías metido en los arbustos? — Preguntó Blaise con una pisca de curiosidad —¡Oh! Bueno... Solo buscaba a la mariposa, hace unos meses que no la veo — Dijo calmado, con sus ojos brillando.

—Espero que la encuentres... Y Ron, te tengo una pregunta — Ron lo miró sonriendo y le hizo un gesto para que preguntara —¿De qué está hecha tu pintura? — El pelirrojo se miraba sorprendido.