«𝙉𝙤𝙨 𝙫𝙤𝙡𝙫𝙚𝙧𝙚𝙢𝙤𝙨 𝙖 𝙚𝙣𝙘𝙤𝙣𝙩𝙧𝙖𝙧...»
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Desde aquel día en el que su padre comunicó a su familia que se mudarían a Colorado por negocios (Y por una experiencia cercana a la muerte para Kylie), la vida de Kylie no fue la misma, e...
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10/26/1987 ― Lunes26 de Oct.
La hora marcaba las 6 con 40 minutos de la mañana en Colorado, y una castaña clara estaba cepillando sus dientes, alistándose para su nuevo comienzo en su bachiller, tenía que ir temprano para que le dieran su recorrido. Luego de lavarse los dientes eficazmente se mira un rato en el espejo, ve sus pecas y recuerda inmediatamente el corrector que le regaló su madre y las palabras hirientes que salieron de su boca. Kylie corre hacia su velador y agarra la botellita con el contenido para tapar imperfecciones, con el corrector se da unos toquecitos para tapar sus pecas.
―Wow...
Ella sostiene su cara incrédula observando su reflejo en el espejo, no cree que el corrector haya funcionado tan bien. Casi no se notaba que no tenía pecas, era increíble.
Agarra el peine de su baño y lo pasa delicadamente por su pelo, tratando de que sus ondas tengan un poco de forma.
Satisfecha con el resultado bajó las escaleras de su casa, encontrándose a su hermano desayunando cereales con leche y a su padre leyendo el periódico con una taza de café a su costado.
―¿Dónde están los tazones? ―preguntó.
―En el segundo cajón del mostrador ―Katherine respondió mientras le preparaba el desayuno a su marido, que se iba a trabajar.
La castaña hizo lo indicado por su madre, encontrando un tazón y de paso agarró una cuchara, fue a la gran mesa y se sentó al lado de Anthony, quién estaba a unas cucharadas de terminar su desayuno.
―¿Estás emocionado? ―Kylie cuestionó, tratando de sacar un tema de conversación mientras vertía leche en su tazón y lo mezclaba con las hojuelas del cereal.
―Si...creo, extraño a mis amigos, pero me gusta conocer personas.
―Que bueno ―ella comía desanimadamente su cereal con leche. Estaba cansada ¿Y quién no lo estaría después de una mudanza?
Anthony se levantó del comedor, dejando a Kylie sola con su padre, mientras tanto, Kylie se sentía incómoda, no le gustaba estar ahí, ya sea porque la luz se sentía como fuego hacia su cuerpo, o por el silencio tan ruidoso. Y tal vez...solo tal vez no le gustaba mucho estar cerca de su padre, pero ella trataría de evitar esos pensamientos, porque claro que ama a su padre ¿No?
𓆝 𓆟 𓆞 𓆝
En la mañana de ese 26 de octubre, los pasillos de la preparatoria de Denver estaban abarrotados por estudiantes, charlando con amigos o simplemente descansando antes de entrar a clases, al igual que Margot y Daphne, que estaban hablando de cosas sin importancia. La primera clase empezaba a las 7 y media de la mañana, y actualmente eran las siete con 15 minutos.
―¿Oye y ayer que hicieron con las chicas? ―Daphne cuestionó.
―Uhh, ya sabes, lo usual, fumar en el parque y hablar, fue divertido, pero obvio hubiera sido más divertido contigo ―al final de la oración Margot suelta una risa.
