Capítulo 9 : Todas las hojas son marrones

26 7 2
                                    

Lunes11/9/1987

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lunes
11/9/1987

Querida Margie...de todas las personas que veo cada día, tú resaltaste entre todas ellas, ¿y creerás que fue una coincidencia conocernos? No voy a creerme eso. Las almas no se conocen por accidente. Estábamos destinadas a encontrarnos, destinadas a enamorarnos.

𓆝 𓆟 𓆞 𓆝

En los últimos días Kylie ha notado cosas. Notó la forma en la que Margie la miraba, y en cómo sus mechones pelinegros brillaban contra el sol. También notó sus brillosos ojos azules, era el color más hermoso que alguna vez pudo ver Kylie. Si alguien le preguntara cual es su color favorito, ella respondería "el color de ojos de Margot". Porque era la verdad. Ella amó cada segundo que tuvo para nadar en el océano de los ojos de Margot.

―¿Esta quedando bien?

Kylie se sorprendió al escuchar la agradable voz de Margot.

―Mhm, ahora no te muevas, tengo que terminar de aplicarte la sombra de ojos.

Margot cierra sus ojos un poco nerviosa sintiendo el delicado toque del dedo de Kylie pasando sobre su párpado.

Le pone nerviosa la cercanía que está teniendo con Kylie.

―¡Terminé! ―Kylie vocifera orgullosa de su trabajo―. Yo creo que te queda muuuy lindo, el color rojo es perfecto para ti.

―¿Eso crees..?

―¡Por supuesto! Espérame aquí, deja que busco un espejo ―Kylie se levanta de la cama y va a su tocador a buscar algún espejo. Ella vuelve a la cama con Margot y pone el espejo en la cara de la pelinegra―. ¿Te gusta?

La mayor se queda maravillada mirando su reflejo en el espejo de la menor.

―¡Me encanta! Nunca me he sentido tan linda en mi vida jaja, ¿cómo hiciste para difuminar tan bien el párpado? ―preguntó mientras acomodaba sus mechones oscuros.

―Oh, es solo un viejo truco que aprendí de mi abuela, según ella el dedo anular es el que tiene menos fuerza, así que es mejor difuminar con ese.

La música del tocadiscos resonaba en toda la habitación, y la masculina voz de Frank Sinatra acompañaba el ambiente.

―Amo como te queda el maquillaje...me recuerda un poco a Cindy Lauper.

―Ah... ―Margot sonríe avergonzada―, m-muchas gracias.

―No hay de que ―la castaña asintió, emitiendo una sonrisa más cariñosa y tranquila, Margot correspondió de la misma manera.

We'll Meet Again...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora