Capítulo 22

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—J.J. — Emily rompió el abrazo con los ojos clavados en la caja vacía— Aquí no hay demasiado que pueda hacer hasta que la policía científica compruebe si hay huellas... Interrogaste a mi vecina, Marjorie, ¿no?

— En realidad no. Estaba muy asustada. Sólo quería hablar contigo — Le informó J.J. — No quise presionarla, así que le pedí que esperara en su apartamento.

A Emily le pareció una decisión sensata. Ahora mismo, Marjorie era la única persona que podía arrojar algo de luz sobre lo que había ocurrido.

— Hiciste bien—Echó un último vistazo a su habitación, y finalmente se dio por vencida. Supuso que encontraría el colgante en cuanto pudiera ordenar sus pertenencias, pero eso no sería posible hasta que la unidad científica terminara su trabajo. Y ahora mismo, tenía cosas más importantes en las que pensar— ¿García sigue aquí? Necesito que compruebe algo.

Salieron del dormitorio y se reunieron con García en el salón. No estaba sola. Además de Reid, el resto del equipo ya se encontraba allí.

— ¿Has notado si falta algo?— Se interesó Hotch.

Emily negó con la cabeza.

— Es imposible saberlo. Se ha ensañado con el dormitorio— Respondió, obviando deliberadamente la posible desaparición de su colgante. Pero, ¿cómo iba a revelarles aquel dato? Tendría que haberles explicado por qué lo tenía en primer lugar, y lo cierto era que no tenía ánimos para someterse al escrutinio del equipo, especialmente de Morgan. Con un poco de suerte, habría caído en algún rincón del dormitorio.

— ¿Qué ha dicho la testigo?— Continuó Rossi.

— Ahora íbamos a hablar con ella— Dijo J.J. — Parece que se topó con el sudes...

Emily abrió los ojos de par en par. Era la primera noticia que tenía al respecto. No era el único. Morgan también estaba sorprendido.

— ¿Puede identificarlo? — Preguntó éste.

— No estoy segura...— Dudó J.J. — Como le dije a Emily, estaba muy nerviosa.

— Es la única pista que tenemos— Señaló Reid.

— Hay algo más— Intervino de nuevo Morgan. Intercambió una mirada con Emily para asegurarse de que estaba de acuerdo en mostrarle al equipo la fotografía. Ella le devolvió una expresión resignada, con lo que Morgan continuó— Alguien le envió una fotografía a Emily.

Ésta sacó su teléfono móvil del bolsillo trasero de su pantalón. Resopló al recordar que seguía apagado.

— Está sin batería. Tengo el cargador en el coche.

García se adelantó.

— Espera, creo que el mío te puede servir.

Rebuscó en su bolso mientras los demás aguardaban expectantes, y finalmente extrajo el cargador. Emily le entregó su teléfono y García localizó un enchufe en una de las paredes del salón y lo conectó.

— En unos minutos podremos encenderlo...

— Subid a hablad con la testigo mientras tanto— Les instó Hotch dirigiéndose a las otras dos mujeres.

Ambas se encaminaron entonces hacia el apartamento de Marjorie. Llamaron a la puerta y aguardaron. La pelirroja no tardó en abrir. J.J. tenía razón. A Emily también le pareció que estaba bastante alterada.

— Oh, menos mal, Emily...— Se alegró Marjorie al verla. En algún momento habían decidido tutearse, unidas por la desgracia común de las reparaciones domésticas— Menos mal que no estabas allí...

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