One Chance

Reputaciones y mariposas.

Pase gran parte de mi infancia dibujando mariposas.

Amaba apoyar el pincel y trazar líneas suaves sobre el papel. Mezclar las pinturas para formar colores, darle lugar a mi mente para que creara lo que se le ocurriera. Pero, la mayor parte del tiempo, eran mariposas.

Crecí soñando, imaginando, por eso adoraba dibujar, también leer y mirar programas televisivos. Mis padres no pasaban mucho tiempo en casa, ambos se dedicaban completamente a su trabajo, y gracias a ello podíamos darnos muchos lujos, pero por otro lado, los odiaba.

Los odiaba porque desde pequeña me obligaban a hacer cosas que no deseaba. Cosas tales como unirme al club de matemáticas, hacer equitación, aprender diferentes idiomas, tener siempre buenas calificaciones, todo lo que ellos querían para su hija. Pero también, me prohibían muchas cosas, las fiestas, los amigos que ellos no aceptaran, los deportes que consideraban "extremos", las prendas de ropa que fueran inapropiadas, todas esas cosas me llevaron a convertirme en una soñadora.

Soñaba hasta despierta. Imaginando una vida diferente. Quería ser perfecta, amiga de todos, organizar fiestas que se llenaran de personas, que los chicos se fijaran en mi, que la gente me amara. Pero en cambio, pasé toda mi infancia y adolescencia dibujando las malditas mariposas de mis sueños rotos.

Me observé en el espejo, recién había salido de bañarme. No se porque, pero mis mayores momentos pensativos han ocurrido siempre en el baño. Me peine mi cabello castaño oscuro húmedo hasta alisarlo por completo. Había querido mantenerlo largo por el invierno, y además, las chicas populares en las películas, en su mayoría, lo tenían así. Ahora, llegaba hasta por debajo de mi pecho. Observé mi rostro, mentón fino, pómulos anchos, mandíbula definida con forma triangular, ojos afilados y grandes color avellana, con pequeños toques verdosos en ellos.

No me consideraba una chica fea, solo que mi reputación no ayudaba a mi imagen. En el instituto prestigioso al que asistía, todos eran importantes. A demás de que sus padres eran figuras poderosas, sus hijos intentaban imitarlos involucrándose en redes sociales o dirigiendo clubes, o siendo parte de equipos deportivos. Y aunque lo intentaba, nunca encajaba en nada, y a demás, solo podía participar en lo que mis padres me permitían.

En todos mis años allí, solo logré hacer una amiga: Lilla Wright. Su padre era de Japón, y por trabajo se había mudado a los Estados Unidos, donde conoció a su cálida esposa, y, más tarde, tuvieron una hija. Lilla era asombrosa, siempre escuchaba muy atentamente, y daba los mejores consejos. Pero a pesar de que me gustaba su amistad, yo observaba a los populares, yo quería sus amistades, quería todo lo que eran.

Salí del baño y me vestí con un pijama rosado. Me dirigí hacia las escaleras y bajé hacia el comedor. Padre estaba sentado en la mesa, serio, y madre estaba colocando los platos con la cena en la mesa.

—Te ayudo, ma.—Dije mientras tomaba los platos y los apoyaba en sus respectivos lugares. No obtuve más que un asentimiento como respuesta.

—¿Has pensado ya en la universidad a la que irás?, sabes que no puedes atrasarte con eso, Ruby.—Habló papá por primera vez. Me abstuve de rodear los ojos.

—Si, papá, lo he hecho. Sé que ustedes desean que asista a Hayland, pero realmente me gustaría ir a Closenford. Tiene excelentes prestaciones, su ubicación es genial y el programa de estudios también.—Sin darme cuenta, estaba intentando convencerlos como si supiera ya que su respuesta iba a ser claramente no.

Silencio. Ambos compartieron una mirada corta y me observaron luego. Mama rompió el silencio.—Si es lo que deseas para tu futuro...Entonces inscríbete en Closenford.

¿Estoy soñando otra vez?

—Si, Ruby, aunque no sea de mi agrado, ya eres una joven adulta, y debes tomar su propias decisiones.—Dijo papá con su semblante más neutro de lo normal. Pero luego, su cara se volvió más seria—Pero si llego a enterarme de algo, lo más mínimo, que estés involucrada y nos perjudique, entonces dejaré de pagarla, e irás a Hayland y empezarás de cero.