· ─ ❨ 𝗺𝗶𝗱𝗻𝗶𝗴𝗵𝘁 𝗹𝗼𝘃𝗲 ❩
no puedo ser tu amor de media
noche cuando tu plata es mi oro
Sakura Yoshioka lo supo. Supo que su destino había sido encontrarse con Yuzuha Shiba en aquel campamento de verano a media noche jun...
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Después de eso la vida de Sakura no fue la misma. No había vuelto a ver a Yuzuha tras ese día, no le respondía sus mensajes y la vez que la fue a buscar a su casa nadie salió. El corazón le dolía cada vez que el buzón de llamadas sonaba, o que la dejaban esperando fuera de su casa. Se sentía vacía, le faltaba su otra mitad y ahora que ya no tenía con quién platicar y hacer llamadas le afectó tanto que incluso bajó sus calificaciones.
Lo peor de todo es que sabía por qué ella estaba haciendo eso. Yuzuha prefirió que no le quitarán su cómoda vida universitaria y su futuro si eso significaba no volverse a ver, y aunque le dolía no podía odiarla. Probablemente Sakura hubiera hecho lo mismo si el caso fuera al revés, pero eso no quitaba el hecho de que igual dolía..
De esa forma los meses pasaron y su primer año de universidad finalizó. Sakura ya no era la misma con sus padres, ellos ya no le tenían confianza y querían saber toda la información de cuando salía; al inicio para ir a buscar a Yuzuha le pedía a una conocida que fuera por ella y mintiera sobre que estarían juntas, lo cual era muy feo porque su vida era distinta; inclusive dijo que su teléfono se le había descompuesto para que le compraran otro y del anterior le enviaba mensajes. Estaba haciendo tantas cosas por ella, pero nada tenía el resultado que quería.
Cuando Sakura volvió a la universidad se dio cuenta que todo sería diferente, aún más de lo que creyó. Ahora tendría que trabajar medio tiempo a petición de sus padres, ya que no le costearían más sus gastos y también le dejaron de pagar el apartamento, así que Sakura debía ir todos los días a la universidad en tren haciendo aproximadamente una hora en trayecto, lo cual no era mucho pero antes era mejor estar más cerca. Esperaba poder con todo el peso y costear un apartamento nuevamente. En ese segundo año trató de volver a tener sus buenas calificaciones y poco a poco lo estaba logrando, aunque sus compañeros si se habían percatado de la diferencia en su personalidad abruptamente, más nadie fue capaz de preguntarle nada.
Llegó el día de su cumpleaños número 20, pero fue muy aburrido. Al menos sí lo comparaba con el año anterior. Sakura iba saliendo de sus clases, por lo que tomó sus libros y los guardó en su mochila.
