· ─ ❨ 𝗺𝗶𝗱𝗻𝗶𝗴𝗵𝘁 𝗹𝗼𝘃𝗲 ❩
no puedo ser tu amor de media
noche cuando tu plata es mi oro
Sakura Yoshioka lo supo. Supo que su destino había sido encontrarse con Yuzuha Shiba en aquel campamento de verano a media noche jun...
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Sakura supo que la noche anterior había sido una de las más lindas de su vida, y en definitiva la mejor del campamento. Nunca había conocido a alguien tan interesante como Yuzuha, ya que sintió que se conocieron de una forma tan íntima que no quería que acabara. Concretaron volver a verse la siguiente noche del campamento a la orilla del río para seguir platicando, por lo que Sakura estuvo todo el día muy emocionada esperando pacientemente su cita.
Es decir, ¿cita? ¿De dónde había sacado Sakura esa palabra? Sabía que eso sucedía cuando un chico y una chica salían concretando sentimientos de por medio, así que no, lo suyo con Yuzuha no podía ser una cita.
Pero, ¿por qué la idea no le desagradó al pensarla? ¿Por qué creyó que sería lindo tener una cita con Yuzuha aún cuando ambas eran chicas? Sabía que existían relaciones de personas del mismo género porque las había visto en la universidad en un par de ocasiones, pero en su familia siempre le dijeron que eso no era correcto y que debía casarse con un hombre para tener hijos. Aunque, si Sakura lo pensaba más, la idea de casarse solo para procrear nunca fue su favorita, y a pesar de que sus padres eran muy anticuados en algunas situaciones le permitieron estudiar la universidad a cambio que al finalizar su carrera se casará con un chico de su iglesia. Acató porque creyó que así sería feliz… Al menos hasta que viviendo sola como universitaria se dio cuenta del otro mundo que existía.
Le gustaba la vida de una adulta independiente, saliendo con sus amigas a comer, ir al cine, divertirse en distintos aspectos, enamorarse… Realmente Sakura siempre tuvo esa ilusión de tener un novio que la quisiera para casarse, y aún mejor que fuera de su misma religión para agradar a sus padres. A lo largo de ese año anheló más esa vida que varias veces había pensado en no volver a su casa al finalizar la carrera, porque ¿qué tan malo podría ser?
—¡Sakura! —para su sorpresa llegó Yuzuha al finalizar el desayuno, justo en la puerta del comedor. La rubia se giró hacia ella con una gran sonrisa en el rostro.
