Enamorado de un stremer- DNF

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El amor lo inventó un chico con ojos cerrados, por eso somos ciegos todos los enamorados.
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El resonar de risas y ese bello sentimiento de reconciliación llenaban la habitación, como un suave bálsamo que sanaba las grietas de ese romance fracturada. Sus amigos, después de días de distanciamiento, se reconciliaron, y la atmósfera vibraba con la alegría de una conexión restaurada. Karl silenciosamente estaba no a muchas mesas de donde estaban sus amigos pues era parte del plan su presencia ahí por si sé complicaba todo, gracias a Dios no fue así, inicialmente envuelto en la felicidad compartida, no pudo evitar sonreír ante la escena reconfortante, George y Dream habían quedado descuerdo de dejar los malos recuerdos y comenzar de nuevo haciendo las cosas bien.

No obstante, en medio de los festejos, su expresión se tornó melancólica. Una sombra se deslizó sobre sus ojos brillantes, mientras reflexionaba sobre su propia realidad. Aunque se regocijaba sinceramente por la reconciliación de sus amigos, un nudo de tristeza se formaba en su pecho. Sus propios vínculos pendían en la balanza de la incertidumbre.

Los recuerdos de desencuentros y malentendidos con la persona que amaba resonaban en su mente, ahogando la algarabía exterior con la pesadez de la introspección. Mientras brindaba por la reconciliación ajena, una lágrima silenciosa escapaba, reflejando la añoranza y la penumbra que envolvían su propio corazón no sanado. La dualidad de emociones pintaba su rostro, revelando la complejidad de su mundo interior, donde la dicha ajena contrastaba dolorosamente con su propia pena no resuelta.

El bullicio de la reconciliación se desvaneció en la mente de Karl, dando paso a un silencio interno cargado de pensamientos oscuros. Mientras los demás celebraban, él se sumía en una espiral de dudas. ¿Acaso habría sido mejor no perseguir ese amor complicado? La sombra de la incertidumbre se apoderaba de sus pensamientos, cuestionando si la persistencia en esa relación valía la pena.

Enredado en una maraña de pensamientos negativos, se preguntaba si las grietas en su corazón eran indicio de que quizás habría sido más sabio renunciar. La tristeza que antes se reflejaba en sus ojos se transformó en un reflejo de autocrítica y autoduda. Mientras el mundo a su alrededor celebraba reconciliaciones, él se perdía en la tormenta de sus propias reflexiones, preguntándose si la decisión de seguir amando era una elección sabia o un camino hacia más dolor.

Tal vez Sapnap y él no estaban destinados a estar juntos, por algo pasaban las cosas ¿no?, pero en realidad a Karl le dolía muchas cosas más ....

Sapnap terminó con él.

Sapnap no lo ha llamado.

No lo ha buscado ....

¿Ya no lo ama?
El corazón de Karl paró ante tal pensamiento, no era la primera vez que pensaba lo mismo, no era la primera vez que sus mismos pensamientos negativos lo ahogaban de nuevo.

Karl escuchaba la lluvia, escuchaba su corazón y escuchaba su alma .... Karl amaba a Nick, lo amaba tanto y no quería dejarlo ir.

Bajo el manto gris del cielo lloroso, Karl sintió la necesidad de liberar la tormenta que arremolinaba en su interior, decidió buscar y arreglar todo con Sapnap. Sin detenerse a considerar las consecuencias, se aventuró a la calle desierta, donde la lluvia caía con una intensidad que parecía reflejar su propia agitación emocional. Cada gota, como un eco de sus pensamientos, golpeaba su rostro mientras comenzaba a correr sin rumbo, sus zancadas resonando en la calzada mojada.

Las lágrimas se confundían con la lluvia, y en cada paso, una mezcla de desesperación y liberación se entrelazaba. Sus pensamientos tumultuosos se desgranaban gota a gota, como si la lluvia pudiera diluir la confusión que abrumaba su alma. Mientras corría, buscaba respuestas en cada rincón empapado, como si el cielo pudiera ofrecer algún consuelo a sus preguntas sin respuesta.