Enamorado de un stremer- DNF

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"¿Es tarde para volver?"
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La mañana soleada se despliega con una paleta de colores cálidos sobre la ciudad. Los rayos dorados del sol acarician suavemente los altos edificios, iluminando las fachadas de manera gradual. En las calles, el bullicio del despertar urbano se funde con el suave zumbido de los primeros transeúntes, cada uno inmerso en su propia rutina.

El aroma tentador del café se entrelaza con la brisa matutina, invitando a la gente a detenerse en las acogedoras cafeterías que comienzan a abrir sus puertas. Las mesas en las aceras se llenan con risas y charlas animadas mientras los clientes disfrutan de la combinación perfecta entre el calor del sol y el reconfortante sabor del café.

Los parques urbanos cobran vida con familias que aprovechan el día radiante. Los niños ríen y juegan, mientras los adultos se relajan en bancos bañados por el sol. El verdor de los árboles resalta bajo la luminosidad del día, creando un oasis de calma en medio del ajetreo urbano.

En el cielo, las aves trazan elegantes figuras, aprovechando la calidez del sol. El azul intenso del cielo sirve de telón de fondo para este cuadro urbano, creando una atmósfera vibrante y llena de energía positiva.

En este amanecer radiante, la ciudad despierta con una promesa de posibilidades y un trasfondo de optimismo. La mañana soleada se convierte en el escenario perfecto para que sus habitantes se sumerjan en un nuevo día lleno de oportunidades y experiencias.

Tommy se levantaba apenas, miraba fijamente a través de la enorme ventana a las personas de esa ciudad, ya había empacado sus maletas pues ese día durante la noche él y sus hermanos regresarían a su hogar.

Tommy volteó a ver a su hermano mayor Wilbur quien salía de habitación saber a dónde iría, luego posó su mirada en Tubbo que apenas se venía levantando, aún seguía con sueño notablemente.

— Buenos días Tommy — Saludó Tubbo apenas visualizó a su hermano mayor.

— ¿Estas saliendo con Nola?

Tubbo casi se ahogó con su saliva al escuchar al muy directo de su hermano, Tommy solo lo miraba con duda notable en sus ojos, lo cual causó que el pequeño se estremeciera.

— Primero antes que nada se saluda hermano, parece que mi padre no te haya enseñado modales y segundo Nolan solamente es mi amigo.

— ¿No te gusta?

Tubbo detuvo su vista y miró fijando a su hermano fijamente tratando de descifrar el por qué su hermano suponía tal cosa.

Nolan era su amigo, era amistad que estuvo a su lado en los momentos más oscuros se convirtió en un faro de luz, un ancla emocional que lo sostuvo cuando el mundo parecía desmoronarse a su alrededor. En esos momentos difíciles, su amigo no solo compartió risas y alegrías, sino que también ofreció un hombro comprensivo y un oído atento.

Cada gesto de apoyo, cada palabra de aliento tejieron un lazo inquebrantable. El cariño que se construyó durante esas pruebas difíciles se volvió un refugio emocional, un santuario donde las penas se disipaban y las heridas emocionales encontraban consuelo.

En la amistad forjada en la adversidad, la confianza se convirtió en un pilar sólido. Saber que su amigo estaba allí, sin importar la tormenta que asolara, le brindaba una seguridad que trascendía las palabras. Era una conexión que se nutría de la empatía, del entendimiento silencioso de los momentos difíciles.

El amor por esa amistad se manifestaba en pequeños actos cotidianos: una llamada inesperada, un gesto de apoyo en un momento crucial o simplemente la presencia constante en los altibajos de la vida. En este caso, la presencia de Nolan era algo que Tubbo agradecía. En los recuerdos compartidos de superación y en las risas que se erigían como antídoto contra las penas, se construyó un lazo que resistía las pruebas del tiempo.