-Mamá- susurro eunchae golpeando las costillas de minji con su pequeña mano- minji- dijo ahora su nombre- mamá.
-Mmmmm- gruñó minji sin siquiera abrir los ojos.
-Mamá despierta, Amelia y yo hicimos el desayuno para ti- contó- mamá despierta.
-Solo dame unos minutos más eunchae prometo que luego desayuno contigo.
-Está bien- se rindió la pequeña- voy a ir a jugar con Amelia.
La niña se bajó de la cama y tomó a nabong entre sus brazos para bajar las escaleras seguida por Oreo.
-¿Despertó?- preguntó Amelia apenas la vio.
-No- suspiro- mamá es floja- dijo haciendo reír a Amelia.
-Está cansada ayer la tuviste toda la noche jugando contigo.
-Lo sé pero mírame yo ya estoy bien y ella está cansada- dijo confundida- ¿Tú crees que se está volviendo viejita?- preguntó preocupada.
-Tu mamá solo está cansada- le explicó riendo- así como cuando mamá hanni se cansa.
-Lo sé- suspiro- los adultos son así, no aguantan nada.
-Tú tienes demasiada energía que es diferente- hablo minji apareciendo en la cocina.
-Mamá- gritó emocionada la niña- te hicimos el desayuno.
-Mmmm huele delicioso- exagero la chica para hacer sentir aún mejor a su hija.
-Gracias, Amelia me ayudó pero muy poquito ella no sabe hacer cereal con leche.
-Muy mal Amelia- hablo negando con la cabeza minji- no puedes ir por la vida sin saber hacer cereal con leche.
-Lo siento- se disculpó- eunchae me enseñara.
-Voy a la mesa- hablo para luego dejar un beso en la cabeza de su hija y salir de la cocina.
Eunchae estaba a punto de caminar cuando escuchó el grito de su madre.
-pham eunchae ven aquí- gritó- y trae a esa bola de pelos.
La niña asustada corrió a la sala donde su madre se encontraba sin una de sus zapatillas y con cara de asco.
-Que dije acerca de Oreo y sus cochinadas- dijo con asco.
-Pero mamá- se quejó eunchae- él necesita un patio y tú no tienes por eso no tuvo otra que hacerlo ahí.
-Oreo tiene su caja de arena.
-Es un perro no un gato- río Amelia- además deben enseñarle el no entiende aún.
-Mis sandalias- chillo minji infantilmente- voy a tener que tirarlas- dijo poniendo un puchero- y tu bola de pelos- habló señalando a Oreo que la miro al instante- si no aprendes modales vas a tener prohibido venir a mi casa.
Oreo comenzó a saltar divertido y corrió hasta las piernas de minji comenzando a olfatearla y lamerle los tobillos.
-¿Por qué no compre un gato?- dijo dramáticamente haciendo reír a carcajadas a su hija.
-Mamá tú quieres mucho a Oreo- dijo riendo- y no es su culpa.
-Mejor desayunemos para poder ir a ver a mamá hanni a la pastelería y aprovechamos para sacar a la bola de pelos a pasear al parque.
[...]
-Mi amor está no era mi idea de pasear a Oreo- dijo preocupada minji por el cachorro.
-A él le gusta- se excusó la pequeña empujando su pequeño coche rosa que usaba con nabong quien venía sentado junto a Oreo.
ESTÁS LEYENDO
no me rendire
Teen FictionMinji sentía que tenía una vida perfecta en aquel momento, se había ubicado en la cima de un pedestal que ella había construido con sacrificios y esfuerzos. Cuando su padre murió y su gran amor decidió abandonarla, toda su atención se ubicó en el ne...