Amber
Recojo mi pelo liso en una coleta perfectamente hecha y me dirijo a la librería. Voy con el tiempo justo porque me he entretenido duchándome. Al menos todas las amenazas y todo el miedo se ha esfumado por completo. Ya puedo dormir por las noches aun así no puedo evitar a veces pensar en todo lo que me paso.
Me gustaria saber quien esta detrás. Cojo el coche y me dirijo a mi puesto de trabajo donde estoy bastante agusto. No es el trabajo de mis sueños pero me permite ganar mi dinero y estudiar.
Llevo la mitad del trabajo y mientras repaso los títulos que faltan para reponerlos de nuevo una presencia rubia y con los ojos azules irrumpe en mi faena.
-De todos los establecimientos de esta jodida ciudad...¿tienes que trabajar aquí?
-Yo no elijo dónde trabajar. En cambio tu si que puedes elegir donde ir a comprar libros.
-Claro que sí y es aquí desde hace unos años. Aquí tienes mi carnet.
Me tira el carnet encima de la mesa y compruebo su antigüedad. Lleva al menos cinco años comprando libros aquí.
¿Por qué todos nuestros encuentros son de esta forma tan forzada?
-¿Que quieres que haga yo al respecto? -le pregunto deseando una buena respuesta.
-Que me des una razón lógica de todos estos encontronazos.
-¿Casualidad? -pregunto levantando los hombros en señal de duda.
-Yo no creo en las casualidades. Creo en la realidad y la realidad es que yo conocía a Lea mucho antes que tu. Entrenaba en ese club deportivo mucho antes y ya has podido comprobar por mi antigüedad que llevo mucho más tiempo viniendo a esta tienda que tu. ¿Algo que decir?
-Olvidas cuando coincidimos en la playa ¿Qué crees que te estoy siguiendo? vamos no me jodas.
-No pero eso fue como pasamos dos días juntos seguías mi indudable atractivo.
-¿Tu es que no tienes abuela?
Si que es cierto que escuchándolo puedo parecer una auténtica acosadora pero no es para nada lo que parece.
En ningún momento he ido tras él.
-¿Nada? -vuelve a insistir.
-Si, que te quites de en medio que hay cola -digo señalando a tres personas cargadas de libros deseando encontrar un punto de apoyo para descansar sus ya rojos brazos.
-Paso -reconoce cuando se da cuenta que no le hago caso.
Puede parecer increíble pero nada lejos de la realidad
A la hora y media de nuestro vigésimo encontronazo sale del interior con unos cinco libros en la mano. Hace como que no le pesa o al menos quiero aparentar eso pero no cuela. Esta deseando dejarlos encima de mi mesa.
Lo hace y yo le pongo cara de que es un flojo.
-Pesan más de lo que parece.
-Yo no te he dicho nada -le contesto.
-No es lo que dices, es lo que no dices. Tu gesto, tu mirada.
-Ya... -le respondo mientras comienzo a pasar libros por el lector.
-Toma este es para ti -me ofrece el primer libro que he cogido.
Observo detenidamente el título.
"Madame Bovary"
Es un título que nunca he escuchado. Es bastante antiguo. Parece tener más de cien años.
-Tu leelo y luego ya me dices.
Pasa su tarjeta por el lector y me deja plantada en medio del establecimiento mientras él se esfuma. Yo me guardo el libro en mi bolso que siempre llevo conmigo y continuo con mi marcha.
Después de esa visita inesperada atiendo a varias adolescentes indecisas porque libro comprarse y a varios novios dudosos por no acordarse que libros tienen sus novias y cuales no.
Después de varias crisis existencias he podido resolverlas todas con éxito y me ha dado tiempo a ir a la universidad a pasar por un par de clases.
Necesito seguir poniéndome al día porque quiero sacarme la carrera en el menos tiempo posible. No se como lo estará llevando Son porque está en la misma situación que yo pero él es menos organizado que yo.
Me gustaría que pudiese venir aquí conmigo. No se si estará poniendo en marcha el cambio de expediente o no tampoco quiero agobiarlo. Llego a mi apartamento muerta de sueño y con un dolor de pies que si me lo arrancasen me harían un autentico favor.
Lea no está. Entro a la cocina y me encuentro con un posit pegado en la nevera. Tienes la cena en el microondas mi "amol".
Me encuentro con un plato de pollo y arroz. Rápidamente le envió un mensaje de agradecimiento con infinidad de corazones. Apoyo el bolso con miles de cosas dentro de él y se vence hacia el interior de la mesa provocando que se caiga el libro que me ha regalado Tommy.
Mientras espero a que se caliente me apoyo sobre la encimera y comienzo a leerlo.
Después de cenar continuo leyendo sobre mi cama. Estoy completamente descolocada, está basada en el siglo pasado y va sobre una mujer que su marido médico no la valora y la deja de lado. Se siente sola. Las primeras páginas me tienen atrapada. No puedo dejar de leer.
AL DIA SIGUIENTE
Me encuentro en la cocina. Conmigo esta Lea y Mery al otro lado de la pantalla del portátil. Las dos siguen sin dar crédito.
Anoche no pude dormirme hasta leer el libro entero. Menos mal que no era muy largo. Pero he estado hasta altas horas de la madrugada y ni siquiera el café hace efecto para que no me de sueño.
-Es que la protagonista como su novio no le hace caso se lía con un amante -le resumo en una frase para no entrar en detalles.
-No se porque no me extraña -declara Mery que está a la otra punta del país y entre el embarazo y los cuernos del otro cabrón parece estar bastante despechada por la vida misma.
-Me parece simplemente increíble.
La verdad es que hay cosas en las que me siento identificada con la protagonista.
Porque se sentía en muchos momentos sola y en estos últimos meses no puedo negarme sentirme así. Entre el trabajo, su universidad, estas últimos meses no puedo negarme sentirme así. Entre el trabajo, su universidad, estas últimas semanas su madre y la distancia apenas he podido verlo. De hecho nuestra relación cambió por completo desde nuestra discusión en verano. Aquella en la casa rural de mis padres donde le ofrecieron el trabajo. Yo tenía entonces una idea muy distinta a la que tengo ahora. Pensaba que se iba a venir conmigo o al menos iba hacer todo lo que estuviera en su mano por cambiarse.
Pero ya he comprobado que no es así. No se me pasa por la cabeza tener un amante pero si que me gustaría que estuviera conmigo. Al menos que me hiciera un poco más de caso.
-Tampoco comprendo porque me ha regalado el libro. Tommy me tiene muy despistada -añado a la conversación que se ha quedado estancada.
-Ya te dije que te tirases a Tommy -la defensora del amor libre y tirate a todo lo que se mueve sale con una de sus frases. Mery se queda perpleja de escuchar semejante barbaridad. Aunque si estuviera en mi situación seguro que se lo estaría replanteando.
-No voy a tirarme a nadie, voy a hablar con él y explicarme por qué razón me ha regalado este libro y que finalidad tiene-. Eso es todo -zanjo el tema mientras me termino el tercer café de la mañana.
Voy a llegar al trabajo votando. Prefiero pensar en otra cosa aunque la idea de que mi relación con Son no vaya bien me ronda la cabeza sin parar.
El libro no me ha gustado nada, es una auténtica mierda.
No se lo que tengo que hacer pero está claro que tengo que hacer algo.
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Todas mis razones para estar junto a ti
RomanceDespues de terminar el curso, Amber y Son comienzan el viaje juntos, un viaje que será el inicio de un verano que concluirá con cada uno en una universidad. ¿Podrá el amor superar todo tipo de barreras? Un viaje, un verano por delante y un futuro...