Capítulo 11

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Frida

Cinco horas después...

Siento mucho dolor,en todo el cuerpo,podría jurar que me duele hasta el pelo.

Me cuesta abrir los ojos,siento los párpados pesados. No recuerdo una mierda,ni como rayos llegué aquí.

Después de varios intentos logro sentarme y mirar a mi alrededor,estoy en lo que parece un bosque,el sol se está poniendo y está comenzando a nevar.

Doy vueltas intentando toparme con alguien,no recuerdo nada,ni cómo llegué,ni tan siquiera quien me trajo.

Hora más tarde...

Me duelen los pies,hay mucho viento y la nevada me tiene empapada,me siento mareada y como si mi cuerpo estuviera flotando,no siento las extremidades.

Cuando ya me resigno a morir aquí,sin saber siquiera quien soy,logro captar la silueta de alguien a lo lejos,va con una linterna y al parecer tiene afán.

—¡Ey!—hago acopio de mi fuerza interior para poder hablar—Señor,señor.

El hombre voltea y tiene alrededor de cincuenta y cincuenta y cinco años aproximadamente.

Debo dar pena cuando decide venir a toda velocidad hacia mí.

—¿ Cuál es tu nombre chica?—hago cortocircuito con mi boca,al parecer mi cerebro no sabe que ordenar a responder.

«Mi nombre?»

No recuerdo mi nombre.

—¿Te puedo ayudar en algo?—sigue el hombre.

Estoy muda,me da cierta pena con el señor que pueda pensar,capaz que me deje tirada aquí,ahí si que voy a morir de hipotermia.

—¿A dónde vas?—el señor empieza estresarse y lo entiendo,con lo callada que estoy...

—No...no lo sé,no se ni cómo llegué aquí. Hay...hay un nombre en mi cabeza—respirar me duele.

—¿Cuál?—la cara del señor es estupefacción total.

—Marie—parece pelicula de Netflix.

La cara del señor es lo único que veo cuando mi cuerpo puede la fuerza que le quedaba,cuando me desmayo.

Abro los ojos,y ahora me duelen hasta las uñas.

Voy en una camioneta,el señor,de hace un rato va manejando y miro a todos lados,lo único que se divisa por las ventanas es nieve,y nieve.

Me quedó dormida de nuevo y me despiertan cuando llegamos en un pueblo.

Tiene aire de ser rural.

—¿Dónde estamos?—pregunto con cierta timidez,pues no conozco de nada al hombre.

—En las afueras de Inglaterra,digamos que casi estamos en Manchester.

Me quedo en silencio,no sé cómo llegué,ni que hago aquí. Luego de recorrer el pueblo aparca frente una casa de dos plantas. Me indica en un gesto con la cabeza que entre al lugar y sin titubear lo hago,ni tan siquiera me importa lo que me suceda,ya jodida estoy.

Pero cuando entro es todo lo contrario,la sala es acogedora y hay un olor a pollo que me hace salivar.

El hombre se encamina por el largo pasillo y llega hasta la cocina donde hay una mujer que aparenta estar entre los cincuenta y cincuenta y cinco años de edad.

—Julio,que temprano amor—le da un beso sonriendo y el señor corresponde.

—Sara,te presento a Marie—dice y ahí es cuando la mujer logra percatarse de que estaba aquí.

Sara me abraza tomándome por sorpresa,me cuenta que ya Julio había hablado con ella por llamada y le había contado sobre mi situación.

Me acomodan una alcoba solo para mí,es pequeña pero perfecta,ví unas fotos de una muchacha en su casa,debe ser su hija.

Me quedo dormida mirando hacia la ventana y me despierto cuando siento unos toquecitos en mi puerta.

—¡Adelante!—entra una chica de cabello negro que le llega hasta las nalgas,es muy bonita,y la tez blanca la hace ver como una diosa de labios carnosos.

—Soy Selma,un placer Marie,mis padres me comentaron sobre ti,y que papá te encontró en el bosque.

Me da un abrazo y no sé que tienen estas personas pero te hacen sentir tan bien,son tan cálidas.

Me muestra el armario lleno de ropa que me compró Julio,hablamos mucho rato,bueno ella habla,y yo la escucho porque no tengo nada que comentar.

Julio es el sheriff del pueblo,y viven muy bien,Selma es dulce y atenta a todo,me trajo maquillaje,toallas,y almohadillas sanitarias.

—Date un baño y descansa,si tienes hambre la cena está lista,mañana iremos al consultorio,ya papá estipuló una cita. Sé que es egoísta de mi parte pero siempre quise una hermana por lo que digamos que me alegra que estés aquí,pero no el porqué o sea lo que te sucedió,que duermas bien Marie y cualquier cosa mi habitación está al lado.

Me da dos besos en la mejilla y correspondo al abrazo.

Selma me despierta diciendo que soy una bella durmiente y que tenemos que llegar al consultorio ya.

En el armario hay mucha ropa,según mi nueva hermana debo ponerme linda porque después iremos a por una malteada y de compras, pues dice que necesita renovar su guardarropa.

Me calzo un par de botas peludas y alisto mi pelo ya lista.

Bajo y saludo a Sara me dice que julio ya salió para la central del pueblo.

Según el médico tengo amnesia disociativa,no puedo recordar información sobre mi ni acontecimientos de mi vida, también que ocurre en un momento determinado donde sentí, angustia y conmoción.Puede durar meses,minutos,horas o en raras ocasiones años.

Selma intenta despejarme vamos de compra y tomamos chocolate caliente ya que el clima no permite la opción de la malteada.

Me cuenta sobre ella y que está estudiando ingeniería industrial, que su pasión es bailar tango y que incluso recibió clases por un tiempo.

La tarde transcurre en un paseo turístico que me regala Selma por todo el pueblo reímos,y hablamos mucho,hasta me compro un celular,según los análisis que me hicieron tengo dieciocho años y Selma anda molesta porque quería ser la hermana menor de la historia.

Notaaa de la autora:

AAAAAA?!

que pasho?

No entiendo ni verga, pero bueno, cuánto tiempo creen que estará Frida así? bueno ya sé que tres años pero y qué?

La pregunta sería cuánto tiempo creen que estará Frida sin hacer de las suyas?

No se crean esa nunca será una verdadera mojigata,así que solo vean,o bueno lean,como mi mejor creación vuelve hacer lo que le da la gana como siempre pasando por desapercibida...❤️

besiiiis

Amnesia: La otra cara de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora