Capítulo 12

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Frida

Tres años después

Son las 3:30 AM y me encamino a la habitación de Selma para hacer de las nuestras.

Doy un toquecito en la puerta y sin pensarlo dos veces giro el pomo y entro,pues ella me dijo que estaría despierta y lo está, está sentada en la cama de piernas cruzadas,escuchando algo en las audífonos puestos y el celular en la mano.

-Selma-me sonríe y con la misma rapidez desbarata la sonrisa.

-¿Cómo te va la escuela?-es lo único que me viene a la mente y me mira como si me hubiese salido otro ojo.

-¿Es lo único que dirás?-me exaspera con tonterías a estás alturas del campeonato-Sabes que esto no está bien Marie.

Respiro hondo para no perder la compostura.

-¿Alguna vez te sentiste mal?

-No Mar, claro que no al contrario pero no lo sé,solo son tonterías mías.

Nos quedamos unos minutos en silencio hasta que como siempre ella lo rompe.

-Me alegro de que aún sigas aquí,¿Todavía no logras recordar nada?.

No es que me entristezca,solo que me incomoda el tema,el tema de saber que estoy perdiendo mi antigua vida,sin saber cómo era,si me gustaba o no y si la quisiera retomar.

-La verdad no,solo se que mi padre se llama Rubén y yo Marie,a veces tengo recuerdos de un perrito,un pitbull pequeñito,y me acuerdo de mi padre,pero ya es solo eso,lo que algo me dice que mi vida de antes era rara,no lo sé pero a veces siento como si fuera una farsa.

Toma mis manos y las besa.

-Ay Mar,cuánto lo siento,¿Que pasaría si algún día recordaras todo?-puedo ver la inquietud en sus ojos-me refiero a nosotros, a mamá y a papá, incluso a mí.

-No los dejaré,han Sido mi familia por tres años,han cuidado de mi y me han acogido como un miembro más,como una hija. En caso de que eso suceda vendré a visitarlos,y estaré al pendiente de ustedes, principalmente de ti hermosa mía.

Me mira con aire coqueto y me dice en un susurro:

-¿Tuya?-no le doy tiempo a decir más cuando la beso con tanta pasión que ni yo misma me creo lo apegada sexualmente que estoy a Selma.

Hace un año estábamos en un campamento de verano y compartíamos cuarto,no sé cómo explicar lo que sentí,será obra de mi otra yo,de la cual no recuerdo nada,pero Selma se estaba desvistiendo y no me resistí,al principio ella se quedó confundida pero me siguió el beso y dejo que la follara esa noche,y la otra y la otra,hasta hoy que aquí estoy haciéndola jadear con mi lengua.

Le ayudo a zafarse de la bata que lleva,le arrancó las bragas de un tirón y hago lo mismo con mi ropa.

La abro de piernas y no puedo dejar de pensar en que no me equivoqué con mi hermana,al ver lo hermoso que es su coño,ubico mi coño frente al suyo y contoneo las caderas haciéndola gemir,así me gusta que sea solo mía, mía cada que me dé la gana.

A la mañana siguiente

Necesito ir de compras a Manchester,además de que quiero tomarme un día como turista,el clima lo amerita.

Me miro en el espejo y aguanto el grito con lo sexy que estoy. Un conjunto de blusa,más bien un top y pantalones de tela no muy ajustados,color blanco y tacones de nueve centímetros que me hacen ver como una diosa. Me coloco las gafas antes de bajar y encontrarme con Sara viendo Tv en la sala. Me sonríe y le informo que saldré.

Amnesia: La otra cara de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora