Prólogo.

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Algunos años atrás...


Después del ataque de los bertenos en villa pop, un grupo de trolls se separó de los demás al perder de vista al rey y a la princesa, así que simplemente continuaron huyendo a algún otro lugar donde pudieran crear un lugar seguro para vivir...

Después de tanto caminar, aquel grupo de trolls llegó a un bosque solitario y tenebroso, lleno de hierbas espinosas y grandes árboles oscuros. Caminaron y caminaron hasta que llegaron al centro de aquel bosque, pero no era oscuro a diferencia de sus alrededores, en cambio, estaba iluminado por algunos animales brillantes y voladores que daban luz a las plantas y las flores, además, habían algunas cáscaras duras y huecas colgando de las ramas dónde cada troll podría vivir y hacer su hogar tranquilamente, así que, sin pensarlo más, escogieron un nuevo rey y se asentaron en aquel lugar.
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Los trolls comenzaron a acostumbrarse a subir, bajar y transportarse en las alturas, por lo que su flexibilidad y agilidad comenzaron a mejorar con el pasar de los años, además, aunque comenzaron como una pequeña tribu, poco a poco se volvió una nueva villa pero ya no cantaban pop, en su lugar, la música estaba completamente prohibida, ¿la razón? No querían atraer a los bertenos otras vez o a nuevas amenazas que pudieran dañar su tranquila comunidad, sin aparecer en el mapa ni llamar la atención, aún así, eso no significaba que no fueran felices...
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Una troll de piel oscura y el cabello negro, corto y alborotado se encontraba paseando y saltando por los árboles con una sonrisa, explorando tranquilamente hasta que, al saltar en una rama pequeña, está se rompió, haciéndola caer y resbalarse sin parar, como si de un tobogán se tratase, alejándola cada vez más de su hogar, chocando continuamente con lianas que se encontraba en su paso... Finalmente su viaje se detuvo, sin embargo, se encontraba de cabeza, tan solo atada por un par de lianas que la sostenían en las alturas y a pocos metros del suelo.

Frente a ella se encontraba un troll de piel azulada y cabello del mismo color, con unos googles en la cabeza, mirándola fijamente con sorpresa. Ambos mantuvieron la mirada fija en el otro hasta que Cáliz sonrió nerviosamente.

— ¡Oh! Uhm... ¡Hola, pequeño extraño! Podrías... Ya sabes... ¿Ayudarme? —

— En primera, no soy pequeño, probablemente soy mayor que tú. —

— Por supuesto, lo siento, pero necesito un poco de ayuda por aquí... La sangre me comienza a bajar al cerebro. —

Aquel troll simplemente suspiró, sacando una navaja para cortar las lianas sin mucho cuidado, haciéndola caer al suelo.

Cáliz se quejó un poco por el golpe, pero simplemente se levantó, riendo un poco— Gracias, si no estuvieras cerca posiblemente me habría quedado ahí. —

— De nada, ahora, adiós. — Él simplemente se dió la vuelta, queriendo irse hasta que Cáliz tomó su mano para detenerlo.

— ¡Espera! ¿Puedo saber tu nombre? — Preguntó con una sonrisa divertida, completamente entusiasta.

El troll rodó los ojos, girandose para mirarla — John Dory. —

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No sé que hice la verdad, últimamente ví muchos fanfics de trolls 3 y me dieron ganas de hacer uno porque me gustó la película.

Nada más lo hago porque me dió gracia jaja.

•°.·Perfect •°.· (John Dory X Oc) ¡AU!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora