•°.·Perfect •°.· (John Dory X Oc) ¡AU!

Hermanos mayores.

— ¿Estamos seguros de que este es el lugar correcto? —

— ¿Estamos seguros? Bueno, nuestro GPS es un armadillo autobús gigante que olfatea calzoncillos usados, así que no, no estamos seguros. — Cáliz rió suavemente con sarcasmo, tragando saliva al ver el siniestro lugar. Si supieran lo mucho que le recuerda a su hogar... En cierta parte, claro.

Rhonda los había llevado a un bosque bastante sombrío, sin luz ni señal de vida alguna más que ciertos bichos que merodeaban por ahí.

John y Toño iban adelante, Toño iba con Ramón metido en una andadera que John Dory le dió y que, por lo que él recuerda, era la que usaban para cargarlo a él y poco después a sus hermanos menores. Cáliz iba detrás de ellos, alumbrando el camino con una linterna, aunque poco después se apagó porque las baterías ya no tenían mucha energía.

— Chicos... ¿No creen que sería mejor regresar... En la mañana? — La troll trataba de convencerlos de no seguir, incluso Ramón quería irse porque juraba ver cosas moviéndose cerca de ellos, como si los estuvieran siguiendo.

— Ya estamos aquí, debemos continuar... ¡Si encontramos a Clay antes, mucho mejor! — El más decidido era J.D. aunque estaba comenzando a arrepentirse con cada paso que daban.

Caminaron durante algunos minutos hasta que una voz siniestra en el fondo los hizo gritar.

— ¡Alto! ¡¿Quien se atreve a pisar estos terrenos sagrados?! — Los cuatro gritaron al mismo tiempo, Toño por mero reflejo tomó a Ramón en brazos y lo metió dentro de su cabello en tan solo segundos, ocultandolo como método de protección.

Ramón no se quejó, incluso se acomodó en el cabello de su hermano para que no hubiera pista alguna de que él estaba ahí, solo se podían ver pequeños mechones azul-oscuro sobresaliendo, aunque se combinaba perfectamente con el cabello morado de Toño.

Por otra parte, John Dory se escondió detrás de Cáliz, quien tampoco se quejó de inmediato, pero no podía evitar temblar del miedo.

— ¡Escucha! No queremos problemas con l-los payasos... ¡Solo venimos a buscar a nuestro hermano, Clay! — Fue Toño quien se atrevió a hablar primero, dando pequeños pasos hacia adelante.

Hubo un silencio ensordecedor, hasta que aquella figura gigante habló otra vez. — Esperen un segundo... ¿Son... Trolls? —

— ¿Y que? Tú eres un payaso. — Toño respondió con ironía y una sonrisa nerviosa, aunque se borró segundos después cuando una bola amarilla y pequeña salió disparada hacia ellos. Inconscientemente Toño ahora también estaba detrás de Cáliz y de J.D.

Aquella bola extraña pronto se detuvo, dejando ver a una niña de cabello rubio y piel rosada. Está al verlos chilló y sonrió de emoción. — No puede ser... ¡Hola! —

— ¡Mi nombre es Viva! ¡Es tan maravitástico poder conocer a otros trolls! — Su actitud energética hizo que los hermanos dejarán de estar a la defensiva (si es que lo estuvieron) y miraron a la troll frente a ellos. Era demasiado jóven, a palabras de los tres.

Los fue abrazando de uno a uno, a una velocidad extrañamente más rápida de lo normal, todos estaban un poco confundidos por su actitud amigable. — ¿Muy intensa? A veces soy muy intensa. —

— Uhm... No creo que estemos en el lugar correcto... — Cáliz sonrió nerviosamente, compartiendo miradas con Toño y John Dory.

— Claro que están en el lugar correcto, cualquier Troll es bienvenido con nosotros. — Aquella Troll, ahora conocida como Viva aplaudió un par de veces sin borrar su sonrisa en ningún momento. — Okay Trolls Pot-Pot, ¡enciendan las luces para nuestros nuevos amigos! — Pronto unas bolas coloridas salieron y las luces del lugar comenzaron a encenderse una por una.