prologo

57 11 7
                                    

"Todavía recuerdo cuando reencarne, al principio todo fue fascinante, gente nueva, comida nueva, vida nueva y todo lleno de aventuras por descubrir.

El momento en el que aparecí fue en el apogeo de la magia, la magia era fasciante. Y gracias a dios podía usar cada elemento y todo relacionado a la magia por lo que fue tiempo hasta sumarme a la ola de el apogeo phartpeno .

Pasando los años empezaron a pasar cosas raras, se avistaban en diferentes momentos y lugares criaturas capas de consumir magia como si fueran esponjas.

Las criaturas cayeron en la categoría dragón, pero luego aumento a behemoot. En algún momento se tuvo que crear una nueva categoría para Las pequeñas, las medianas y las grandes.

Actualmente no recuerdo cómo se les denominaba.

'humanoide' digo de esa forma porque cuando llegue a este mundo había más rasas aparte de la humana. Pero como cualquier bípedo pensante me dispuse a proteger lo que de ley nos pertenece,

El mundo que nos pertenece, porque los seres que nos atacaban sin razón provenían de grietas aparecidas en el espacio. Una científica de renombre logro crear una máquina que detectaba frecuencias, de esa forma sabiendo de dónde aparecerían.

Eso facilito las cosas, pero volvimos a caer en desventaja cuando empezaron a aparecer por millares. En algunas ocasiones de forma humanoides. Esos eran los más complicados de tratar.

En más de una ocasión anduve a un pie de la tumba, en una de esas desperté la 'apoteosis' era una forma que me permitía usar la divinidad de formas magníficas.

La segunda ves que la use fue para intentar reparar la barrera mundial para evitar que siguieran llegando... pero me teletransportaron al reino divino. Me dieron a elegir entre 2 opciones... o me convertía en un sucesor a dios y me iba con ellos o renunciaba a la divinidad...

No quería abandonar la divinidad todavía, me era necesario para darles pelea, por lo que hice tiempo, estuve en combates con diferentes deidades, primero sus siervos, pero cuando las deidades de nombre me consideraron un peligro, se enfrentaron a mi.

Fue doloroso, las peleas eran a un nivel diferente, a veces estaba en un estado onírico, o en peleas donde el dolor era como si tuviese el cuerpo adormecido, e incluso hubieron batallas donde un dios creaba su propio escenario de combate. Siempre trataba de aguantar para poder escapar el suficiente tiempo para adentrarme a mi mundo y encargarme de algunos phrases humanoides.

sucedieron revueltas en todo el Reyno divino, algunos de mi lado y otros que pedían mi muerte, se crearon diferentes facciones con diferentes controles, el mismísimo dios de los mundos volvió a interferir acabando a los mas alborotadores y los que buscaban intensificar las cosas el resultado de todo eso fue la caída de varios dioses... sean o no de renombre o primordiales. sus siervos tomarían el control hasta instaurar un nuevo regimen y poder ascender de siervos a primordiales a los mas aptos.

el dios de los mundos volvió a darme la oportunidad de elegir... acompañado con un castigo que según el tendré el tiempo para reflexionar.

No quería abandonar mi mundo, mi gente... por lo que termine renunciando a la divinidad y a lo que eso conlleva

Mis siguientes peleas fueron más complicadas, mi cuerpo ahora humano no resistía mis reservas mágicas.

Me ofrecieron retirarme de las peleas y de todo en dos ocasiones.

el primero fue un viejo, dijo que podría ir con el a una isla y llevar a mis amigos y familiares cercanos, para erguir una barrera que nos ocultara del todo. Dijo algo de crear una puerta que los llevará lejos pero eso eran solo fantasías cobardes.

la samurái y el mago (isekai wa smartphone)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora