Capítulo treinta y dos

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—Asi que no hizo falta que Milluki hiciera mucho trabajo. —Sus cabellos platinados se ondeaban por el viento, Illumi, quien detrás de su padre solo informaba.

—Es extraño. Me contrato. —Silva y Zeno giraron sus cabezas en dirección a él. Interesados. —En términos generales, para despedirme de su padre, uno de los diez de la mafia, pero, tengo mis dudas sobre ello.

—A veces es mejor no preguntar. —Dice el más viejo. Silva suelta aire un poco inconforme.

—Asi son los niños, curiosos, padre. —Le recuerda Silva. —Pero tiene razón, es una niña muy curiosa, está Honey Dovah.

—Mis motivos se basan en que dice cosas muy extrañas. Me dijo está tarde que seguramente me van a contratar o ya me han contratado para matar a los jefes de la mafia, eso es lo raro, quien me contrato no es de muchas palabras, ni a sus allegados. Es capaz de contarle sus planes. Es una mujer, un tanto incoherente. —Zeno mira a su nieto.

—¿Entonces te interesa algo de esa chica? —Pregunta a Illumi.

—Honey me frustra. Tiene una cara la cual parece que sabe lo que va a pasar... Cómo si viniera del futuro o algo así. He hablado con Hisoka sobre eso, y el también tiene sus inconsistencias.

—Despues nos cuentas, tenemos que trabajar. —A la luz de la luna se separaron para ir cada quien a sus misiones...

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—Normalmente Killua no haría cosas como esa, está siendo podrido por todos esas cosas a las que les dice amigos. Pero tengo fe de que volverá conmigo. —dice Illumi tomando su daikiri de fresa. Hisoka ya estaba harto de que hablara de sus hermanos siempre.

—Bueno, supongo que es divertido. —Le dice con tranquilidad meneando su trago. —Kurapika le da algo de paz, Leorio algo de sentido, Gon le da una niñez y Honey... Bueno, quizá lo saca de quicio.

—Honey... —murmura Illumi. —Ah, he estado desperdiciando mi tiempo cuando ella está para curarme, ¿tienes su número de teléfono?, quizá necesite contactarla después. —Hisoka bajo los hombros.

—Es extraño, ¿no crees?, bueno es una fruta muy extraña de comprender. La conozco desde que es una niña pero, como que un día se golpeó la cabeza y cambio de personalidad. No es como que interactuar fuera mi fuerte, pero las veces que fui a su casa era solo una niña normal y juguetona. Me veía y se erizaba como un gatito asustado o generalmente me evitaba, y pues tenía sentido eso, Lilya trabajaba para ellos así que ella también me evitaba, pero un día... No recuerdo exactamente, la saludé, pero no parecía ser la misma niña temerosa, incluso se me acercó y hablamos, pregunté dónde estaba su padre y pues me dijo que había salido. De ahí en fuera la he estado observando. Además de la repentina aparición de un hermano no registrado, me tiene algo vuelto loco la cabeza. La última vez que hablé con Lilya me dijo que hablaba sola en su cuarto, sobre su marido y sus hijos... ¿Crees en la reencarnación? —pregunta Hisoka. Illumi lo mira, con esos ojos estáticos y obscuros.

—No se, no la conozco, solo se que va a sus anchas sin importar el peligro que se le cruce. Jugando con la suerte, pero hasta el mas experimentado vacila de vez en cuando.

Hisoka se ríe de esto mientras lo observa beber de su daikiri.

—En el examen de cazador estuvimos juntos en la misma sala, así que hablamos mucho incluso antes de que llegarás, me explico su habilidad... Sobre su saco de Doraemon. Sin embargo la habilidad que cura no me dijo nada, evito el tema rotundamente. Pero, ¿cuando te curo no notaste que brillaba su estómago?

—Si, si fuera Nen, lo normal sería ver en las manos un aura o como fluye el aura por el cuerpo y se concentra. Pero, no senti ni una pizca de nen con esa habilidad.

¿Pertenezco aquí? [Hunter x Hunter] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora