Capitulo 1

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El chico tigre estaba agotado, parecía que Akutagawa no se iba ir tan fácil, con un suspiro logró sentarse en el suelo de su pequeño departamento, bajo la obviamente mirada de su rival.

—¿Y bien?—preguntó ya irritado el azabache, aunque ni tiene cejas se podía ver una expresión llena de fastidio, cosa que también apareció en el rostro de Atsushi.

—¿Y bien que?

—Estás embarazado, ¿niño o niña? —Preguntó de nuevo, esperando una respuesta concreta.

El chico de cabellos blancos estaba muy fastidiado y algo ya colérico, dando una respuesta donde se notaba ya el estrés que sentía.

—¡Por supuesto que estoy embarazado, si es niña le pondré YA, y si es niño le pondré LARGOO!—alzó la voz enojado, cosa que lo mareó un poco, nuevamente sentía ese dolor en su vientre.

Siendo Akutagawa el expectante de todo, pudo ver como el omega parecía ya agotado por una acción tan simple, había algo raro con su cuerpo.

—Jinko, ¿tú celo ya está por comenzar?—Él pelinegro se apoyó en alguna pared para mirar de frente al otro chico que se veía demacrado.

En ese momento, a Atsushi le brillaron los ojos, encontrando el porqué de sus dolores y quizá su estrés continuo, por semanas ignoró la cosa más importante para un Omega, su Celo.

—Ahora que lo dices, puede que esté cerca... —se lamentó el chico, con un poco de esfuerzo se levantó para ir a ver el calendario de su pequeña cocina.

Estaba a una semana de empezar y su celo no era ni agradable ni bueno para él, pues en su caso ese periodo le causaba muchos cambios, su cuerpo dejó de adoptarse a algo que era completamente natural por los maltratos de su infancia. Haciendo que en vez de ser un proceso fácil donde sus feromonas salen a flote, sea un proceso tardío y doloroso para Atsushi.

—Avísale a Dazai-san que estás indispuesto. —ordenó con una mirada afilada hacia el omega.

—¿Ehhh, Acaso debo hacerte caso a ti? —Seguía con su ceño fruncido aquel chico tigre—. Yo estoy bien, no hay razón alguna para avisarle a Dazai-san ni a Fukuzawa, a NADIE.

En este punto, Atsushi sonaba afligido, algo nervioso pero a la vez histérico, estaba claro que oculta su gran problema a lo que considera su única familia, la agencia de detectives.

—Entonces me voy. —dijo con una inquietante tranquilidad, cosa que para el peliblanco le pareció extraño.

El mafioso salió por donde entró, para ser más específicos, por la ventana.

—Al fin. —suspiró exhausto, mañana iba a ser otro día más.

[...]

Es un nuevo día, el omega ya estaba trabajando, por suerte ya dominaba por completo la computadora así que se podría decir que era bueno haciendo papeleo y organizando archivos, aunque había un problema, Atsushi se veía especialmente demacrado este día y su tutor lo sabía, sus compañeros lo sabían, TODOS lo sabían.

—Oyeee Atsushi-kuuuun~ —recitó juguetón él castaño mientras ponía su brazo alrededor del hombro de su pupilo—. ¿Y si mejor vamos a que te revise Yosano?

—No Dazai-san, me encuentro bie-

Fue interrumpido ya que su tutor se levantó haciendo que el chico también lo haga, caminando hacia la enfermería de la mujer casi arrastrando al pobre omega, ya ahí Yosano los recibe con una sonrisa bastante inquietante para Atsushi.

—Entonces, ¿porqué vinieron?

—Veras Yosano, nuestro Atsushi-kun no se ha sentido muy bien estos días, ¿podrías revisarlo? —durante la conversación, Dazai no dejaba de agitar de un lado a otro a su pupilo muy animadamente.

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⏰ Última actualización: Jan 18 ⏰

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