Capitulo 16. Sin alas

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La isla maldita aún tiene muchas sorpresas, esta historia es larga y compleja, así que les agradezco su paciencia, sin más que lo disfruten.

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Sam grita lo más fuerte que puede, pues desde que el rayo verde atravesó el cielo, ella perdió sus poderes, de pronto dejo de sentir que podía volar y aunque trató de aterrizar cayó desde bastante altura quedando ensartada en árbol, las ramas se enterraron una en su hombro izquierdo, la otra perforando desde el exterior de su cintura del lado izquierdo.

Cerca de ahí Lena la escucha, por lo que corre en su dirección, sin embargo, escucha que algo la sigue, por lo que se detiene sacando una pistola de la funda en su cinturón.

-¿Quién está ahí?

De entre la oscuridad se asoma una criatura pequeña que Luthor apenas puede describir como un cerebro con un ojo y patas de araña. El miedo le hace disparar, pero la criatura mueve sus patas rápidamente escondiéndose detrás de un árbol.

¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH!- el grito de su amiga le hace desistir de seguir buscando esa cosa en la noche, así que mejor corre a encontrarse con ella.

Al llegar la ve incrustada en un árbol caído.

-¡Mierda!- exclama la líder subiendo a ayudarle-. Vas a estar bien.

-Perdí mis poderes- explica mientras su amiga saca de su bolsa trasera del pantalón una especie de navaja suiza pero con mini herramientas láser-. Siempre preparada- reconoce.

Lena sonríe empezando a cortar las ramas.

-Bueno, yo no puedo volar.

-Ahora yo tampoco.

Luego de un rato logra bajarla, sin embargo, aunque la rama en su costado simplemente rodó fuera de cuerpo al rozar desde afuera, la de su hombro sigue ahí.

-Sé que puede que sea yo, la que más sepa de medicina se las dos- empieza Luthor con los ojos acuosos-. Pero no soy un médico, no estoy segura de que pasará si la saco, no sé si tocaré un nervio, si te desangrarás y morirás ¡No lo sé!- conforme avanza, empieza a ponerse ansiosa hasta gritar, lo que hace que Sam ruede los ojos con fastidio mientras jadea sudorosa, acostada en el suelo.

-¡Solo sácala maldita sea!- grita enojada-. Lo que sea que pase no puede ser peor que tener esta maldita madera podrida dentro de mi cuerpo.

La líder se limpia las lágrimas y toma la rama sacándola en un movimiento. El grito de Arias atraviesa el bosque hasta Diana que pasó por lo mismo, sus poderes se fueron, pero su situación es mucho peor, ella cayó por un despeñadero y su tobillo ha quedado debajo de una gran roca.

-¡Maldita sea!

Aunque lo intenta con toda su fuerza no puede moverla. Es tan raro para ella, sentir esta debilidad, pero aún tiene su espada, mira su reflejo en el filo, luego su tobillo.

¡No! No hay por que caer en la desesperación, podrá encontrar una forma de salir.

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Lejos de ahí Donna también siente una disminución de su fuerza violenta, es tal que casi la hace desmayarse, aunque al ver a Imra en su actual estado le ayuda a mantenerse despierta.

-¡Tenemos que llevarla a la ciudad!- la voz de Selina se escucha diferente viendo algo distinto en ella.

-¿Zatanna?- pregunta intentando incorporarse.

-Algo muy avanzado ha sido despertado, no puedo explicar que, pero me limita incluso a mi a la distancia- dice arrancando un trozo de tela de su camiseta con sus manos para envolver el brazo de Imra inconsistente-. ¡Debemos ir a la ciudad y destruir lo que sea que produzca ese rayo!

El mar en la cimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora